Video 30:

Parashá Shoftim – ¡El Juicio en el Nuevo Pacto!

En este estudio de la Parashá Shoftim, hablamos de como debe ser “El Juicio en el Nuevo Pacto”; citando varios pasajes de las Escrituras, tanto del antiguo pacto como del nuevo pacto; y hablamos de las diferencias en la aplicación del juicio, en función a las diferentes condiciones que tenemos como nación; en contraste con el pueblo de Israel en la antigüedad, cuando entraron a la tierra prometida.

 

Matityaju (Mateo) 7:1-2
1 No juzguen, para que no sean juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgan, serán juzgados, y con la medida con que midan, les será medido.

Esta es una enseñanza dada por Yeshúa, nuestro Mesías y Rey.Y es una enseñanza conocida por muchos; Ya que con estas palabras muchos apelan a la misericordia. Y creo que es justamente el motivo por el cual nuestro Mesías nos dejó este mensaje.

Sin embargo, considero muy importante, no asumir que entendemos lo que Yeshúa dice aquí, sin que analicemos este mensaje, teniendo en cuenta lo que nos dicen algunos otros pasajes bíblicos; Los cuales nos ayudaran a entender mejor como aplicar esta enseñanza.

Por ejemplo, en Juan 7:24 podemos ver que Yeshúa también dijo:

Yojanán (Juan) 7:24
24 No juzguen según las apariencias, sino juzguen con justo juicio.

Cuando comparamos estos dos pasajes de manera muy superficial, podríamos pensar que, hay una contradicción; Ya que uno nos dice: “No Juzguen”; Y el otro nos dice: “Juzguen”

Y el motivo por el cual he citado estos dos pasajes, (aparentemente antagónicos), no es para que piensen o sientan que Las Escrituras son confusas y difíciles de entender. El motivo no es para nada ese.

Sino que mi intención es llamarlos a la reflexión, para que puedan entender que las Escrituras no deben usarse tomando pasajes bíblicos fuera de contexto.

En esta oportunidad, veremos la Parashá Shoftim.

Parashá que encontramos en el libro de Devarim 16:18 – 21:9.

La palabra Shoftim puede ser traducida como Jueces, palabra que encontramos justamente en el primer verso de esta porción que nos dice así:

Devarim (Deuteronomio) 16:18
18 En todas las ciudades que Yahweh tu Elohim te dará, pondrás jueces y oficiales de tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.

Y a medida que avanzamos en esta presentación, vamos a ver algunas de las funciones que son atribuidas por Yahweh, a los jueces. Y lo primero que podemos leer (en el texto a continuación) es lo siguiente:

Devarim (Deuteronomio) 16:19
19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.

Como podemos ver en este verso, Yahweh ordena que los jueces no deben hacer acepción de personas, favoreciendo a unos sobre otros, (sea por su posición social o sus riquezas).

De manera que no deben aceptar sobornos, ya que esto es una perversión de la justicia, donde aquellos que tienen menor posición social o económica se ven perjudicados.

Y me parece importante notar como el verso dice que el soborno ciega los ojos de los sabios, entendiendo con esto que, cualquiera que no tenga bien claro que, debe rechazar contundentemente cualquier tipo de soborno, puede ser cegado en su determinación de emitir un juicio.

Además, creo que también hay que valorar que, para que un soborno se lleve a cabo, es necesario que estén involucrados por lo menos dos personas (o dos grupos de personas).

Siendo que una persona (o grupo de personas) otorgue un beneficio a otra persona (o grupo de personas); por tener la ventaja de su posición social o de sus riquezas.

Lo que intento decir con esto, es que cuando Yahweh da orden de que los jueces no acepten sobornos, lo ordena por ser algo injusto, donde todos los involucrados son afectados, siendo que las dos partes que intervienen están pervirtiendo la justicia.

Además, Yahweh también dijo:

Devarim (Deuteronomio) 16:20-22
20 La justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Yahweh tu Elohim te da.
21 No plantarás ningún árbol para Aserá cerca del altar de Yahweh tu Elohim, que tú te habrás hecho,
21 ni te levantarás estatua, lo cual aborrece Yahweh tu Elohim.

Ahora quiero resaltar lo que pudimos leer en el verso 21, donde Yahweh ordena no plantar ningún árbol para Aserá.

Y teniendo en cuenta que recientemente pasaron las fechas navideñas, creo que puede ser un buen momento para reflexionar sobre esto.

Personalmente no puedo asegurar que el árbol de Aserá, (mencionado en el verso 21), y el árbol navideño tengan una conexión directa, (aunque me inclino a pensar que, la costumbre del árbol navideño proviene del culto para Aserá), pero lo que sí puedo decir sin temor a equivocarme es que la costumbre del árbol de navidad no es un mandamiento bíblico, lo que nos indica que es una costumbre establecida por los hombres, lo cual no agrada a Yahweh.

Y quiero leer otro pasaje que, nos ayudará a entender que la costumbre del árbol navideño es una práctica que Yahweh desaprueba.

Vamos a leer el capítulo 10 del libro de Jeremías.

Miremos:

Yirmeyaju (Jeremías) 10:1-4
1 Oigan la palabra que Yahweh ha hablado sobre ustedes, oh casa de Israel.
2 Así dijo Yahweh: No aprendan el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengan temor, aunque las naciones las teman.
3 Porque las prácticas de los pueblos son vanidad; porque árbol del bosque cortaron, la obra de un artesano con hacha.
4 Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.

Al leer este pasaje, podemos notar la gran semejanza que tiene la tradición del árbol navideño (que es colocado en muchas casas y luego es decorado), con la practica mencionada por Jeremías.

Y muchos podrán argumentar, que en la actualidad no lo hacen con la intención de honrar a Aserá, ni con la intención de los pueblos antiguos, y pueden dar muchas excusas de como el árbol simboliza algo relacionado con el Mesías.

Pero hay algunas preguntas que debemos hacernos todos, como:

¿Esto realmente agrada a Yahweh?

¿Está bien copiar las costumbres paganas y adaptarlas para honrar a Yahweh?

¿Acaso Yahweh no nos dio mandamientos suficientes de como honrarle y de cómo conmemorar las fiestas que Él ya estableció?

¿Acaso Yeshúa, nació un 25 de diciembre como es celebrado por una gran cantidad de cristianos?

Y podríamos seguir con más preguntas.

El punto al que quiero llegar es que, si meditamos sinceramente sobre estas preguntas, tomando en cuenta Las Escrituras, nos podemos dar cuenta que la celebración de la navidad está en clara oposición a lo que Yahweh ordena.

Y debemos tener en cuenta que, Yahweh nunca ordeno celebrar el nacimiento de Su hijo, aun así, en nuestro estudio “Janucá reconsiderada” podemos notar como posiblemente Yeshúa haya nacido durante la fiesta de Sucot o Fiesta de los Tabernáculos.

También conocida como fiesta de las cabañas.

Volviendo a la parashá, en el capítulo 17, podemos leer lo que Yahweh ordena, cuando en medio del pueblo se hallara, cualquier persona que, estuviera quebrantando el Pacto que, Él había hecho con el pueblo, sirviendo a otros elohim (dioses), los cuales tenían las otras naciones.

Entonces los jueces deberían indagar sobre el asunto para comprobar que lo que habían oído fuese cierto.

Y entonces deberían sacar a las puertas de la ciudad, al hombre o mujer que hubiere hecho tal cosa, y debían apedrearlo.

Y en los versos 12 y 13, Yahweh explica la razón de tal cosa, diciendo:

Devarim (Deuteronomio) 17:12-13
12 Y el hombre que procediere con arrogancia, no obedeciendo al cohen [sacerdote] que está para ministrar allí delante de Yahweh tu Elohim, o al juez, el tal morirá; y quitarás el mal de en medio de Israel.
13 Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no será de nuevo arrogante.

También encontramos en esta parashá, (en el capítulo 18) que Yahweh establece que los cohanim (o sacerdotes) serían sustentados con los sacrificios y con las primicias, para que, de esta manera, no tuvieran que preocuparse por trabajar en el campo y se dedicaran a servir a Yahweh, guiando al pueblo en Justicia.

Luego Yahweh ordenó que el pueblo no debía aprender las costumbres abominables de las otras naciones, diciendo:

Devarim (Deuteronomio) 18:10-12
10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni hechicero,
11 ni encantador, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
12 Porque es abominación para con Yahweh cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yahweh tu Elohim expulsa estas naciones de delante de ti.

Creo que, aquí es bien importante que notemos como el texto dice que, Yahweh expulsa a las demás naciones, por causa de sus prácticas. Prácticas que Yahweh abomina; Como lo son la adivinación, el consultar a los muertos, e incluso el sacrificar a sus hijos en el fuego. Estas prácticas pueden ser mucho más comunes de lo que puede parecer a simple vista.

Por ejemplo, “la adivinación” la podemos encontrar en muchos grupos de creyentes, cambiándole el nombre a esta práctica, diciendo que aquellos que la realizan son profetas, cuando el único motivo de su revelación es saciar el deseo de conocimiento sobre el futuro y no glorificar a Yahweh.

También es mencionado “el consultar a los muertos”, práctica que puede darse en menor cantidad de creyentes, y que claramente saben lo que están haciendo, sin embargo, lamentablemente muchos no entienden que esta práctica, es algo que el Padre aborrece, y lo hacen creyendo que es completamente aceptable.

Y por último quise mencionar “el sacrificio de los hijos en el fuego”.

Porque esta práctica, aun cuando literalmente no se practique dentro de grupos de creyentes; Puede ser entendido como las parábolas de nuestro Mesías, mostrándonos que el ofrecimiento de los hijos a dioses paganos puede ser similar a permitirles participar costumbres paganas que afectan a su vida espiritual.

Costumbres como: Cuando los padres dejan que los niños se suban a las rodillas de Santa Klaus, o cuando se les permite participar en Halloween.

Y reflexionando sobre esta cuestión, me doy cuenta de que muchas personas tienen un concepto erróneo de la misericordia de Yahweh.

Es cierto que la misericordia de Yahweh es abundante, lo que no quiere decir que Yahweh sea un Elohim blando para imponer Justicia.

Yahweh es muy paciente con nosotros porque entiende que somos imperfectos y muy débiles, pero eso no implica que debamos tomar a la ligera la santidad y la obediencia a Sus mandamientos.

Yahweh es muy determinante en lo que Él quiere.

Por ejemplo, en Devarim 18 dice:

Devarim (Deuteronomio) 18:13
13 Perfecto serás delante de Yahweh tu Elohim.

Y Apocalipsis 3, Él declara:

Hitgalut (Apocalipsis) 3:15-16
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.

Con estos pasajes podemos ver el énfasis que hace Yahweh sobre nuestra forma de vivir, la cual debe estar alineada con Su voluntad que podemos entender a través de Su Torá.

Yahweh nos muestra Su misericordia a través de los juicios que Él determina y un ejemplo de ello es lo que podemos leer en Devarim 19, donde encontramos mandamientos de apartar ciudades de refugio.

Veamos lo que nos dice La Escritura:

Devarim (Deuteronomio) 19:3-5
3 Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que Yahweh tu Elohim te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.
4 Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente;
5 como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar leña, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;

Por lo tanto, vemos que Yahweh determinó que, puede haber circunstancias en que las personas puedan cometer un gran pecado por ignorancia.

Y como vemos en el pasaje, Yahweh establece un mecanismo para que esa persona no muera, aunque esto, no libra a la persona de consecuencias, porque como vemos, la persona tiene que ir a vivir a una de las ciudades de refugio.

Pero, aunque Yahweh da muchas instrucciones de como establecer la justicia dentro de Su pueblo, podemos entender que no podemos tener en la Biblia, todas las posibles situaciones que puedan surgir en la vida de todas las personas.

Por esto, a los que habían de juzgar, Yahweh mando lo siguiente:

Devarim (Deuteronomio) 17:8-9
8 Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio, entre una clase de homicidio y otra, entre una clase de derecho legal y otra, y entre una clase de herida y otra, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que Yahweh tu Elohim escogiere;
9 y vendrás a los cohanim [sacerdotes] levitas, y al juez que hubiere en aquellos días, y preguntarás; y ellos te enseñarán la sentencia del juicio.

Y con esto vemos que Yahweh estaba indicando que los cohanim serían los encargados de resolver los juicios más difíciles, como lo hizo Moshé en el pasado.

Como podemos comprobar en Shemot 18, que nos dice:

Shemot (Éxodo) 18:25-26
25 Escogió Moshé varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.
26 Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moshé, y ellos juzgaban todo asunto pequeño.

En este punto podríamos preguntarnos: ¿Necesitamos a la tribu de Levi, para que haga esta labor de los Jueces, en los juicios más difíciles?;

Y para responder a esto podemos analizar lo sucedido en el tiempo de los jueces, antes de que Saúl fuera ungido como rey. En aquella época, hubo un tiempo donde los levitas no estaban realizando sus labores fielmente.

En este tiempo el Cohen Gadol (o Sumo Sacerdote) se llamaba Elí, y tenía dos hijos que no eran fieles a Yahweh, sino que se aprovechaban de su posición para obtener privilegios delante del pueblo. Y con Elí, había un muchacho llamado Samuel que, sería usado por Yahweh como juez:

Esto lo podemos comprobar en el 1er libro de Samuel, en el capítulo 3.

En este capítulo nos dice que:

Shemuel Alef (1 Samuel) 3:1-2
1 El joven Samuel ministraba a Yahweh en presencia de Elí; y la palabra de Yahweh escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
2 Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver.

Shemuel Alef (1 Samuel) 3:4
4 Yahweh llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.

Y el texto nos dice que Samuel, no sabía que era Yahweh quien lo llamaba, sino que, pensaba que era Elí, el que lo estaba llamando.

Entonces Samuel se levantaba y le preguntaba a Eli, para que lo había llamado y Eli obviamente le respondía que él no lo había llamado.

Y la tercera vez que sucedió lo mismo, Elí entendió que, quien llamaba a Samuel era Yahweh

Shemuel Alef (1 Samuel) 3:9-10
9 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Yahweh, porque Tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
10 Y vino Yahweh y se presentó, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque Tu siervo oye.

Y desde ese momento, Yahweh le hablaba a Samuel, y Samuel era un profeta de Yahweh, y al mismo tiempo era Juez, como podemos leer en primera de Samuel 7:15

Shemuel Alef (1 Samuel) 7:15
15 Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que vivió.

Pero que utilidad tiene para nuestros días todos estos pasajes que hemos visto. ¿Podemos aplicar estos mandamientos que dio Yahweh (sobre la justicia) en nuestros días?

Para analizar esto, debemos tener en cuenta dos cosas.

  1. No estamos establecidos como una nación independiente, con lo cual estamos sujetos, a las leyes y los impuestos de las naciones donde vivimos.
  2. Estamos dispersos por el mundo entero, lo que dificulta la unidad y las relaciones entre todos los hermanos.

Con todo esto en mente, debemos enfocarnos, primero que nada, en establecer congregaciones sólidas, donde la comunión entre los hermanos pueda darse de una forma plena.

De forma que las relaciones vallan más allá, de las que se dan en muchas comunidades religiosas, que se limitan a acudir a un lugar de culto, sin que exista una verdadera interacción entre los hermanos.

De manera que cada uno de los miembros de la comunidad, pueda conocer a los demás hermanos de una manera real.

Conociendo las virtudes y debilidades de cada uno, así como las necesidades.

Porque solo de esta manera podremos reconocer a los verdaderos hermanos, y discernir entre “los que pertenecen al rebaño de Yeshúa” y los que pertenecen a la manada del enemigo.

Y cuando leemos la parábola del trigo y la cizaña que nuestro Mesías mencionó en Mateo 13, creo que muchos pueden confundir esta comparación con la que Yeshúa hace entre ovejas y lobos.

Cuando realmente la cizaña no puede ser comparada al lobo. Porque como nos dice la parábola, la cizaña puede crecer junto al trigo sin que el trigo sea perjudicado, más bien, para que el trigo crezca correctamente es mejor dejar la cizaña sin arrancar.

Y esto lo podemos entender como aquellos que se encuentran dentro del cuerpo del Mesías, (que no dan fruto), pero que tampoco impiden que otros den frutos.

A diferencia de las enseñanzas, donde Yeshúa compara a las personas con lobos; ya que los lobos, si perjudican a las ovejas, llegando a ocasionarles la muerte.

Por otro lado, entiendo que muchas personas prefieren enfocarse solo en el mensaje agradable del Mesías, donde nos muestra Su amor y misericordia.

Sin embargo, es importante no olvidar que Yeshúa no solo hablo de amor, sino que también hablo de Juicio.

Y algo que muchos parece que no tienen en cuenta es que Yeshúa envió a Sus discípulos a predicar y a echar fuera demonios.

Markaus (Marcos) 6:10-11
10 Y les dijo: Dondequiera que entren en una casa, permanezcan en ella hasta que salgan de aquel lugar.
11 Y si en algún lugar no les recibieren ni les oyeren, salgan de allí, y sacudan el polvo que está debajo de sus pies, para testimonio a ellos.

De cierto les digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.

Pensando en esto, considero necesario que entendamos, que a pesar de que Yeshúa sanó y perdonó a muchos, las personas debían alejarse del pecado.

Él les ordenaba diciendo: “Vete y no peques más”

Y esto es algo que, las personas muchas veces no valoran, y parece que piensan que, el arrepentimiento es sentirse mal por los pecados.Pero que como somos imperfectos, el pecado les parece que no es tan grave.

Pero como he mencionado en otros videos, el sentirse mal por haber ofendido a Yahweh solo significa remordimiento, y que un verdadero arrepentimiento consiste en buscar la santidad con todas nuestras fuerzas.

Y ahora quiero que veamos lo que dice 1 Corintios: 5

Qorintim Alef (1 Corintios) 5:1-3
1 De cierto se oye que hay entre ustedes fornicación, y tal fornicación que ni siquiera se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
2 Y ustedes se sienten orgullosos. ¿No deberían más bien lamentarse, para que fuese quitado de en medio de ustedes el que cometió tal acción?
3 Ciertamente yo, ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que ha hecho tal cosa.

Como vemos aquí, Shaúl nos da un ejemplo de que es necesario juzgar, porque de lo contrario, el pecado termina afectando a la comunidad. Pero entonces que hacemos con Mateo 7:1 y 2 y Romanos 2:1 donde se nos dice que no juzguemos.

Bueno, algo que debemos entender es el tipo de juicio que se debe hacer. Debemos preguntarnos cuál es la intención que tenemos, al establecer un juicio. Y para esto, debemos hacernos preguntas como:

¿Lo estamos haciendo de manera orgullosa o por venganza? o ¿Lo estamos haciendo con misericordia? Y también preguntarnos si lo estamos haciendo para proteger la salud de la comunidad.

También debemos entender, cuando debemos hacer juicios y cuando no. Y para entender mejor esto, vamos a leer 1ª Corintios: 9-11

Qorintim Alef (1ª Corintios) 5:9-11
9 Les he escrito por carta, que no se junten con los fornicarios;
10 no en referencia a los fornicarios de este mundo, o los avaros, o los ladrones, o los idólatras; pues en tal caso les sería necesario salir del mundo.
11 Más bien les escribí que no se junten con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con tal persona ni siquiera coman.

Y Shaúl continua en el verso 13 diciendo que, a los que NO pertenecen al cuerpo del Mesías los juzgara Elohim.

Sin embargo, aquellos que pertenecen al cuerpo del Mesías, si deben ser juzgados, (aun con misericordia), pero deben ser juzgados. Porque, ¿de qué otra manera, se puede mantener al cuerpo del Mesías sano, sino es apartando a todo aquel que peca deliberadamente?

Pero algunos pueden pensar que, esto debe hacerlo el gobierno de cada país. Y esto es correcto, en el sentido de establecer condenas, porque nosotros no tenemos un estado propio actualmente con el poder de condenar a nadie.

Sin embargo, dentro de cada comunidad de creyentes debe formarse un grupo de ancianos maduros con conocimiento de Las Escrituras para establecer Juicio y no, que cada uno de forma arbitraria y anárquica establezca el juicio que más le plazca.

Y Shaúl refuerza esta idea en primera de corintios 6, diciendo:

Qorintim Alef (1ª Corintios) 6:1-3
1 ¿Osa alguno de ustedes, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los apartados?
2 ¿O no saben que los apartados han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por ustedes, ¿serán ustedes indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
3 ¿O no saben que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?

Pero debemos entender que, para juzgar, debemos ser primero transformados por El Espíritu, porque de otra manera sucede lo que Shaúl reclama más adelante en su carta, diciendo:

¿No hay entre ustedes sabio, ni tan solo uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?

Lo que he venido explicando en esta presentación, es que nosotros (como pueblo de Yahweh) debemos procurar establecer varones que, sean guiados por el Espíritu de Elohim para establecer justicia entre los hermanos.

Pero también es importante saber, como actuar de manera individual, en los casos en los que algún hermano peca contra alguno de nosotros.

Y para esto, nuestro Mesías nos dijo la forma de actuar, en Mateo 18

Matityaju (Mateo) 18:15-17
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la asamblea; y si no oyere a la asamblea, tenle por gentil y publicano.

Aquí podemos notar cierta semejanza con las palabras de Shaúl, siendo que cualquier hermano que no acepta la corrección de la comunidad, debe ser quitado de la congregación hasta que reconozca su error.

Y Yeshúa también nos dejó ejemplo, cuando explico la forma como Él establece los juicios.

Miremos:

Yojanán (Juan) 5:22
22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo.

Yojanán (Juan) 5:30
30 No puedo Yo hacer nada por Mí mismo; según oigo, así juzgo; y Mi juicio es justo, porque no busco Mi voluntad, sino la voluntad del que Me envió, la del Padre.

Y con estas palabras, podemos ver el principio fundamental de cualquier juicio, que nunca es establecer nuestra voluntad, sino la voluntad del Padre. Y para finalizar esta presentación, quisiera citar las palabras dedicadas a Yahweh en Salmos 89:14

Tehilim (Salmos) 89:14
14 Justicia y juicio son el cimiento de Tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

Y no está demás mencionar el proverbio que dice:

“Hacer justicia y juicio es a Yahweh más agradable que sacrificio”

Hermanos.

Yahweh los bendiga. Y llene sus pensamientos de sabiduría para discernir entre lo justo y lo injusto, entre lo bueno y lo malo. Y que puedan crecer en santidad, reconociendo la bendita voluntad del Padre plasmada en Su Torá.

Shabat Shalom

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