Video 33:

Parashá Nitzavim – ¡Reconociendo el Yugo de Yeshúa!

En la parashá Nitzavim – Reconociendo el Yugo de Yeshúa; vemos a través de las Escrituras, que la obediencia de las Leyes (Torá) que Yahweh dio a Su pueblo, no son una carga pesada, sino más bien una delicia, como es mencionado en el Salmo 1, y que es lo mismo que Yeshúa pide al decir que llevemos Su yugo.

Matityaju (Mateo) 11:28-30
28 Vengan a Mí todos los que están cansados y cargados, y Yo les haré descansar.
29 Lleven Mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí, que Soy manso y humilde de corazón; y hallaran descanso para sus almas;
30 porque Mi yugo es fácil, y ligera Mi carga.

Cuando leemos o escuchamos las enseñanzas de nuestro Mesías, muchas veces podemos caer en la tendencia de enfocarnos en las palabras o en los pasajes más cómodos o más agradable para nuestras vidas, restándole importancia a otras palabras o pasajes que nos parecen más incomodos; tal vez por pensar que de alguna manera son antagónicos, y que esto nos da opción a escoger lo que nos parezca más correcto o encaje más con nuestros pensamientos.

Pero lo que realmente debemos hacer, es reconocer que, las enseñanzas de Yeshúa y Su Padre, no son dadas para que nosotros juzguemos cuál de ellas nos parecen más acertadas, o cuales nos convienen más. Recordemos como entró el pecado al mundo. Yahweh les ordeno a Adán y a Eva que, no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Sobre este árbol podemos encontrar muchas doctrinas, (algunas de ellas con un tinte muy sensacionalista y algunas otras con una interpretación más sensata), pero lo más importante que debemos tener en cuenta, es que ya solo por el hecho de que Adán y Eva decidieran comer del árbol, (después de que Yahweh se los había prohibido) nos revela que, desde el inicio de nuestra existencia, los primeros humanos anhelaron por sí mismos decidir lo que está bien y lo que está mal.

Y aun cuando este árbol pueda tener algún mensaje más profundo, no es necesario especular sobre esto, ya que el mensaje más relevante aquí, es que la raíz de todo pecado es la determinación del ser humano de creerse capaz de poder determinar lo que está bien y lo que está mal. Y también es importante entender que aun cuando creemos que Toda la Escritura es inspirada por Elohim, no toda tiene el mismo nivel de autoridad, porque no toda es palabra de Elohim, como muchos dicen o piensan. Y para comprobarlo vamos a citar tan solo 3 versos, (aun cuando existen muchos más), porque con estos, es suficiente para comprobar lo que estoy diciendo.

Miremos como en Lucas 4 están algunas frases que el mismo diablo dijo a nuestro Mesías:

Luka (Lucas) 4:3
3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Elohim, di a esta piedra que se convierta en pan.

Luka (Lucas) 4:6
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.

Luka (Lucas) 4:9
9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Elohim, échate de aquí abajo.

Y podríamos mencionar más pasajes de las Escrituras que son contrarios a la palabra de Yahweh, tanto de satanás como de otros personajes. Por lo que es sumamente importante que entendamos que no toda la palabra tiene la misma autoridad, porque cualquier palabra que Yahweh dio a los profetas, incluyendo el mayor de todos (Su hijo, nuestro Mesías) deben tener prioridad sobre cualquier otro mensaje que encontremos, inclusive de los mismos apóstoles. Y con esto en mente, vamos a ver a lo largo de esta presentación lo que realmente significa llevar el Yugo de nuestro Mesías.
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En esta presentación, comentaremos la porción de la Torá conocida como Parashá Nitzavim. (que significa estar o permanecer firme). Esta parashá la encontramos en Devarim 29:9-30:20. En esta porción veremos (como mencioné anteriormente) lo que significa realmente llevar el Yugo de nuestro Mesías. Y necesitamos entender esto muy bien, porque Él mismo lo pidió, como vimos en el pasaje leído al inicio de esta presentación. Yeshúa dejo enseñanza de que llevemos Su yugo, porque Su yugo es fácil de llevar y es una carga ligera.

En la actualidad parece que muchas personas entienden que este pasaje enseña que debemos vivir relajados, y que en la práctica Yeshúa hará todo el trabajo por nosotros. Pero para entenderlo de esta manera, sería como si Yeshúa hubiera dicho que nos cargaría en Sus brazos para llevarnos al Reino de los Cielos.

Las Escrituras nos enseñan que Yeshúa vino a librarnos del yugo de la Esclavitud, sin embargo, eso no quiere decir que, no debamos llevar ningún yugo, sino que necesitamos llevar uno más fácil y ligero.

Como muchos ya deben saber, un yugo es un instrumento que sirve para que 2 animales trabajen juntos arando la tierra, de forma que comparten la carga, donde generalmente uno de los animales es más viejo y por lo tanto con más experiencia y el otro suele ser más joven y con más energía, por lo que el primero tendría más sabiduría y el segundo más fuerza, haciendo que el trabajo en equipo sea mejor. Sin embargo, cuando Yeshúa dice que tomemos Su yugo, podemos entender que tanto la sabiduría como la fortaleza las proveerá Él. ¿Pero quiere esto decir que nosotros podremos relajarnos entonces y que Él hará todo el trabajo? Por supuesto que no. Como dije antes, en ese caso, Yeshúa daría otro ejemplo, como el de subirnos a Sus hombros, pero esto no es lo que Él enseña.

Yeshúa mencionó varias parábolas donde nos exhorta a que trabajemos.

Por ejemplo:
La parábola del Sembrador, encontrada en Lucas 8:5-8
La parábola de los talentos, encontrada en Mateo 25:14-30
Y la parábola de las diez minas, encontrada en Lucas 19:11-27

¿Pero por qué razón Yeshúa hablaba en parábolas?

En Mateo 13, Yeshúa les explica a Sus discípulos el por qué.

Matityaju (Mateo) 13:11-12
11 Él respondiendo, les dijo: Porque a ustedes les es dado saber los misterios del Reino de los cielos; pero a ellos no les es dado.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

Y también dijo:

Matityaju (Mateo) 11:25
25 … dijo: Te alabo, Padre, Rey del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

Yeshúa les dijo a Sus discípulos que la razón de las parábolas es para que unos entiendan el mensaje y otros no. Y dice también que a cualquiera que tiene se le dará, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Pero por que Yeshúa diría que al que tiene se le dará y al que no, le será quitado, ¿a qué se refiere Yeshúa con tener? ¿Tener que? Si vemos la última frase, nos dice que el que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. A simple vista esto parece una contradicción, por lo que debemos profundizar a que se refiere este pasaje. Y si leemos el texto colocando sinónimos que, fácilmente podrían ser usados en la traducción de este pasaje, el mensaje cobra mayor sentido.

Miremos:

Matityaju (Mateo) 13:12
12 Porque a cualquiera que guarda [los mandamientos], se le dará, y tendrá más; pero al que no guarda [los mandamientos], aun lo que tiene [revelación] le será quitado.

Entendiendo que este verso, está en el contexto de aquellos que podrán entender las parábolas de Yeshúa y los que no; podemos entender que aquel que tiene o guarda los mandamientos de Yeshúa tendrán más entendimiento y los que no los guardan, el poco entendimiento que tienen les será quitado. Entonces, hemos visto que Yeshúa nos dice que llevemos Su yugo, y que para entender Sus parábolas debemos retener o guardar Sus mandamientos, y en algunas de Sus parábolas nos habla de trabajar y dar frutos para el Reino, y el que no trabaje y produzca no entrará en Él.

Lo que necesitamos ahora es reconocer, cual es el trabajo que debemos hacer y para entenderlo bien, debemos reconocer cuales son los mandamientos que debemos retener. Y para reconocer cuales son los mandamientos de Yeshúa vamos a leer Juan 14: 23-24

Yojanán (Juan) 14:23-24
23 Respondió Yeshúa y le dijo: El que me ama, Mi palabra guardará; y Mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
24 El que no me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que han oído no es Mía, sino del Padre que Me envió.

Cuando vemos las enseñanzas de nuestro Mesías, (aun cuando en un principio parece que, está dando mandamientos diferentes de los que dio el Padre a través de Moshé) nos encontramos que Yeshúa nunca dio un mandamiento contrario a lo que el Padre mando, y como vimos en el pasaje anterior, inclusive explicó que Sus palabras provenían del Padre.

Y cuando muchos en la actualidad interpretan que Yeshúa nos trajo una ley diferente, es porque no entienden el mensaje, ya que no están guardando los mandamientos del Padre, como dice en Isaías 8:20.

Yeshayaju (Isaías) 8:20
20 ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.

Y muchas veces las personas argumentan de que el apóstol Shaúl, dijo que ya no estamos bajo la ley, sin tomar en cuenta lo que Pedro mencionó en su segunda carta, alertándonos de que las enseñanzas de Shaúl tenían cosas difíciles de entender.

Kefa Bet (2 Pedro) 3:15-16
15 Y tengan entendido que la paciencia de nuestro Maestro es para salvación; como también nuestro amado hermano Shaúl, según la sabiduría que le ha sido dada, les ha escrito,
16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los ignorantes e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

Escudriñando detenidamente las palabras de Shaúl podemos comprobar que él no estaba incitando al pueblo a no obedecer la Ley. Lo que él enseñó es que no podemos alcanzar la salvación a través del cumplimiento de la Ley, porque una vez que pecamos ya somos culpables, aun cuando volvamos a cumplirla. Sin embargo, cuando recibimos a Yeshúa como nuestro Redentor, debemos entender que vivir en santidad consiste en obedecer la Ley. Y repito, no es para obtener la salvación sino para vivir en santidad, porque de otra manera, seguimos viviendo en pecado, porque la trasgresión de la ley es pecado, (o el pecado es transgresión de la Ley), como nos dice 1 Juan 3:4

Yojanán Alef (1 Juan) 3:4
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

Y como suelo mencionar, debemos tener cuidado de no confundir el Pacto con la Ley, ya que Shaúl en su carta a los hebreos habla de un nuevo pacto. Sin embargo, Las Escrituras no hacen mención, de una nueva Ley, y tristemente las personas a veces confunden una con la otra.

Volviendo al yugo que mencionó nuestro Mesías y al por qué unos entienden las parábolas y otros no. Quiero que vayamos a un texto que encontramos en la parashá que, corresponde a esta presentación, en Devarim 29

Devarim (Deuteronomio) 29:29
29 Las cosas secretas pertenecen a Yahweh nuestro Elohim; pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta Ley [Torá].

Como podemos ver en este verso, hay cosas secretas que pertenecen a Yahweh, las cuales no son para Su pueblo, aun cuando algunas de estas cosas Él las quiera revelar a algunos de Sus siervos con algún propósito especifico. Sin embargo, hay cosas que Yahweh ha revelado con el propósito de que cumplamos Su Ley como nos dice este verso. Y considero que debemos tenerlo muy presente, porque a veces las personas tienden a caer en lo místico y se ponen a escudriñar Las Escrituras queriendo rebuscar en el texto algunos conocimientos, con un propósito diferente al de cumplir la Ley.

Y si conectamos esto con las palabras de Yeshúa podemos notar que si guardamos la Ley de Yahweh (no para salvación sino para santificación) entonces Yeshúa dijo que se nos daría más, pero si por el contrario no tenemos la Ley y el testimonio de Yeshúa, entonces la poca revelación que tenemos nos será quitada. Porque el propósito de la revelación no es hincharnos de conocimiento, sino que nuestras vidas glorifiquen a Yahweh.

Y algunos aun pensarán que cumplir la Ley es algo imposible, y aunque es cierto que no hay, ni nunca ha existido ningún ser humano que cumpla perfectamente la Ley, con la excepción de nuestro Mesías. Y aunque también es cierto que nuestra carne y nuestro ego, desean cosas contrarias a la Ley; Cuando Yeshúa dice que llevemos Su yugo, nos está invitando a trabajar a Su lado para cumplir la Ley, porque Él si puede cumplirla perfectamente y puede guiarnos a cumplirla.

Y Shaúl en Gálatas 2:20 explica (desde otra perspectiva) como Yeshúa puede obrar en nuestras vidas para obedecer la Ley.

Miremos:

Galatim (Gálatas) 2:20
20 Con el Mesías estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, pero el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Elohim, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Como vemos aquí, lo que Shaúl está diciendo (usando otras palabras) es que lo carnal de él, es decir sus deseos, han sido clavados en la cruz o en el madero, por lo cual el ego de Shaúl está muerto, y ahora su vida consiste, en que el Espíritu de Yeshúa viva en él. Y al entender esto, ¿Podríamos pensar que el Espíritu de Yeshúa, lo haría vivir en contra de la Ley?

Hermanos, Yeshúa vino a darnos libertad, pero ¿libertad de qué? ¿libertad absoluta? No. Libertad sobre la esclavitud del pecado, y La Escritura nos dice que el pecado es la transgresión de la Ley.

Cuando hablamos de Yugo, debemos entender que estamos hablando de trabajo o de servicio. Cuando aceptamos a Yeshúa como nuestro redentor, esto nos hace libres del pecado, y nos hace siervos de Yeshúa. Y ahora quiero que veamos unos pasajes que, encontramos en el primer libro de Reyes, en el capítulo 12, donde se menciona que Roboam, hijo de Salomón, reinaría en lugar de su padre. Y el pueblo vino a él diciendo:

Melajim Alef (1 Reyes) 12:4
4 Tu padre agravó nuestro yugo, pero ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.

Y Roboam dijo al pueblo que les daría respuesta después de tres días, entonces Roboam pidió consejo a los ancianos que habían aconsejado a su padre.

Melajim Alef (1 Reyes) 12:7
7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú hoy te haces siervo de este pueblo y le sirves, y les hablas buenas palabras, ellos te servirán para siempre.

Y Roboam sin prestar atención al concejo de los ancianos, pidió concejo de los jóvenes que se criaron con él, y pasado los tres días, vino el pueblo a Roboam

Melajim Alef (1 Reyes) 12:14
14 Y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó su yugo, pero yo añadiré a su yugo; mi padre los castigó con azotes, pero yo los castigaré con escorpiones.

Entonces el pueblo escuchando el mensaje, decidieron que Roboam ya no sería su rey, y solo quedó la tribu de Judá bajo el reinado de Roboam, siendo que las otras tribus colocaron como rey a Jeroboam. Con este pasaje podemos notar que, el pueblo en un primer momento estaba dispuesto a servir a Roboam, si este colocaba sobre ellos un yugo más ligero. Y es lo que Yeshúa nos ofrece. Yeshúa no vino a traernos una libertad absoluta, sino que nos vino a librar del pecado, para colocarnos un yugo mucho más ligero. Pero esto implica esforzarse en cumplir las leyes de Su Reino.

Y sé que muchos, cuando escuchan este tipo de mensaje, se escusan diciendo que esto son cargas muy pesadas, basándose en Lucas 11:46.

Luka (Lucas) 11:46
46 Y él dijo: ¡Ay de ustedes también, intérpretes de la ley! porque cargan a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero ustedes ni aun con un dedo las tocan.

Y muchos asumen que Yeshúa hizo mención de estas cargas, en relación con la obediencia de la Ley, pero entonces no sería correcto culpar a los intérpretes, porque el mismo Yahweh fue el que dio las Leyes por medio de Moshé.

Muchos suelen nombrar a las Leyes dadas por Yahweh como leyes judías, pero esto es un grave error, porque el judaísmo surgió después de que el reino de Judá fuera sitiado por el ejército de Babilonia, y muchos fueran llevados cautivos; Y en ese tiempo el pueblo, al estar lejos de su tierra y sin el Templo, establecieron nuevas leyes adaptadas a la tierra donde fueron llevados; Pero las Leyes dadas por Yahweh a todo el pueblo de Israel, no son leyes judías, sino las Leyes de Yahweh.

Y para comprobar como Yeshúa no se refería a la Ley como una carga pesada, miremos lo que nos dice Devarim 30

Devarim (Deuteronomio) 30:11-14
11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

La Escritura nos dice que en el Padre no hay mudanza, ni sombra de variación.

Yaakov (Santiago) 1:17
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Y nos dice también que la palabra de nuestro Elohim permanece para siempre.

Yeshayaju (Isaías) 40:8
8 La hierba se seca, y la flor se marchita; pero la palabra de nuestro Elohim permanece para siempre.

Y como vimos antes, Yeshúa dijo: “La palabra que han oído no es Mía, sino del Padre”

Yojanán (Juan) 14:24
24 El que no me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que han oído no es Mía, sino del Padre que Me envió.

Entonces:
Si Yahweh no cambia.
Si Yeshúa habló las palabras del Padre, y además cumplió la Ley.
Si creemos que Yeshúa murió por nuestros pecados; Es decir, porque transgredimos la Ley.
Si creemos que estamos juntamente crucificados con Yeshúa, muertos al pecado.

¿Como podemos pensar entonces que Yeshúa murió para que nosotros podamos transgredir la Ley? Es como decir que, Yeshúa murió por nuestros pecados para que nosotros pudiéramos seguir pecando. Esto no hace el menor sentido. Y quiero insistir que, no obedecemos la Ley para ser salvos, sino porque ahora que recibimos a Yeshúa en nuestro corazón, debemos evitar el pecado, que es la transgresión de la Ley. Y también podemos ver que la Ley no es una carga cuando leemos salmos como los siguientes:

Tehilim (Salmos) 1:1-2
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la Ley de Yahweh está su delicia, Y en Su Ley medita de día y de noche.

Tehilim (Salmos) 119:97
97 ¡Cuánto amo yo Tu Ley! Todo el día es ella mi meditación.

Y si no estamos bajo la Ley como el apóstol Shaúl enseñó, también debemos entender que no estamos sobre la Ley. Sino que la Ley debe estar en nuestro corazón, porque solo hay pecado cuando hay transgresión de la Ley. Por lo tanto, si queremos vivir en santidad, tomemos el Yugo de Yeshúa nuestro Mesías, y caminemos, no bajo la Ley, ni sobre le Ley, sino en la Ley. Tomemos el yugo de nuestro Mesías y trabajemos en la gran comisión haciendo discípulos para el Reino de nuestro Elohim.

Y aunque hallamos nacido en pueblos y culturas diferentes, seamos injertados en Israel por medio de la fe en Yeshúa nuestro Mesías.

Shalom.

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