En este estudio de la parashá Ki Tetzé, hablamos de algunos de los mandamientos de Yahweh enfocados en velar por el bienestar de nuestros hermanos incluso (y sobre todo) cuando nuestros hermanos no pueden devolvernos los favores que hagamos por ellos para cuidar de su bienestar y esto nos recuerda el mensaje de la gracia, como en el caso de Shaúl, el cual pidió a Yahweh ayuda para que le fuera quitado un aguijón que tenía en la carne, a lo cual Yahweh le respondió “Bástate Mi Gracia”
Corintim Bet (2 Corintios) 8:9
9 Porque ya conocen “La gracia” de Yeshúa nuestro Mesías, que por amor a ustedes se hizo pobre, siendo rico, para que ustedes con su pobreza fuesen enriquecidos.
Así dice en 2 Corintios 8:9
Diciendo que nuestro Mesías, vino al mundo para salvarnos de la condenación por el pecado, para compartir con nosotros de las bendiciones que, Él tiene con el Padre. Bendiciones que, ninguno de nosotros se merece. Dándonos ejemplo de que, debemos compartir de las bendiciones que recibimos, no porque otros las merezcan, sino porque nosotros mismos ya fuimos bendecidos y hay hermanos que pueden estar necesitando más que nosotros de esas bendiciones.
Teniendo esto en mente, Shaúl escribió:
Corintim Bet (2 Corintios) 8:13-15
13 No digo esto para que haya alivio para otros, y para ustedes aflicción,
14 sino para que, en este tiempo, con igualdad, la abundancia de ustedes supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes, para que haya igualdad,
15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.
Shabat Shalom, hermanos y amigos.
En esta oportunidad, veremos la Parashá Ki Tetze; Parashá que encontramos en el libro de Devarim, desde el capítulo 21 verso 10 hasta el capítulo 25 verso 19.
En esta porción podemos encontrar algunos de los mandamientos de Yahweh, basados en la Gracia y la misericordia para los menos favorecidos. Pero es importante entender que, estos mandamientos no tienen el propósito de bendecir a las personas que, viven en clara rebeldía contra los mandamientos de Yahweh. Y para comprobarlo podemos ver los versos 18 y 19 del capítulo 21 que nos dice:
Devarim (Deuteronomio) 21:18-19
18 Si alguno tuviere un hijo desleal y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere;
19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva;
Y luego el texto nos dice que el hijo desleal debía morir.
En nuestros días, no estamos en posición de condenar a nuestros hijos a muerte, pero lo que sí debemos tener muy presente es que no debemos permitir que haya en la congregación ninguna persona que sea desleal y rebelde a nuestro Padre Celestial.
Ahora, volviendo al enfoque de la Gracia, quiero que leamos algunos de los mandamientos de Yahweh, enfocados a las mujeres que hubieran sido cautivas de guerra.
Devarim (Deuteronomio) 21:10-13
10 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, y Yahweh tu Elohim los entregue en tu mano, y tomes de ellos cautivos,
11 y veas entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y te agrade, y la tomes para ti por mujer,
12 la llevarás a tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas,
13 y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer.
En otros pasajes de las Escrituras, vemos que Yahweh ordenó exterminar pueblos enteros, donde no deberían dejar a nadie vivo, con lo cual muchas personas se sienten incomodas. Y algunas, cuestionan la decisión de Yahweh de haber dado está orden. Y podríamos dar algunas razones para esta situación, pero no es el propósito de este estudio, sino que en este momento nos enfocarnos en un pasaje que encontramos en Devarim 20 que nos dice así:
Devarim (Deuteronomio) 20:10-14
10 Cuando te acerques a una ciudad para combatirla, proponle la paz.
11 Y si responde: Paz, y te abre, todo el pueblo que en ella esté te será tributario, y te servirá.
12 Mas si no hace paz contigo, y emprende guerra contigo, entonces la sitiarás.
13 Luego que Yahweh tu Elohim la entregue en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
14 Solamente las mujeres y los niños, [ningún varón] y los animales, y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín tomarás para ti; y comerás del botín de tus enemigos, los cuales Yahweh tu Elohim te entregó.
Con esto podemos entender que, Yahweh estableció que aquellos pueblos que, Él no hubiere dado orden directa de ser exterminados, deberían recibir propuesta de paz, y solo en el caso, de que no aceptaran, entonces Israel debía sitiar la ciudad, no dejando con vida a los hombres, y llevando cautivas a las mujeres.
Entonces Yahweh permitió que, los varones de Israel tomaran como esposas a estas mujeres. Y podemos entender que estas mujeres pasarían un gran sufrimiento por la pérdida de los hombres de su pueblo, por lo que Yahweh dio orden de que se les permitiera hacer duelo. Y solo después de ese tiempo de duelo (de un mes), donde a la mujer se le permitía llorar a sus seres queridos, entonces podría comenzar una vida nueva como esposa de un varón Israelita. Y conociendo Yahweh, el corazón de los hombres dio este mandamiento, para proteger a la mujer en ese tiempo de duelo, y además dio orden (a los hombres que hubieran tomado esposa de las mujeres cautivas) diciendo:
Devarim (Deuteronomio) 21:14
14 Y si no te agradara, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.
Entonces vemos que, Yahweh (aun tratándose de mujeres de otros pueblos), quería que fueran tratadas con dignidad. Porque Yahweh no se complace con el sufrimiento, (y si permite la guerra y en ocasiones la ordena), es para establecer Su plan divino de restauración del mundo. Porque aun cuando nosotros no entendamos todas las motivaciones del Padre, debemos entender que somos simples criaturas y que Él Es nuestro Creador. Y que Él determina lo que es bueno y lo que no, en Su infinita sabiduría, y que aun sin merecerlo podemos recibir bendiciones cuando obedecemos Sus mandamientos.
Luego en el capítulo 22, encontramos mandamientos de velar por las pertenencias de nuestro prójimo. Donde nuevamente debemos enfocarnos en la gracia, siendo que estos mandamientos están enfocados para ayudar a nuestro prójimo, sin que recibamos nada a cambio.
Veamos algunos versos:
Devarim (Deuteronomio) 22:1-3
1 Si vieras extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.
2 Y si tu hermano no fuera tu vecino, o no lo conocieras, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.
3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.
Teniendo en cuenta estos versos, podemos contrastar la voluntad de Yahweh en las Escrituras, con muchos de los mensajes que escuchamos en nuestros días, tanto en el ámbito secular, como en el ámbito de la fe. Mensajes que están enfocados en el ego, es decir, que promueven que cada persona se concentre en sus propias metas, muchas veces con el argumento de que es la voluntad de Yahweh.
Sin embargo, el esfuerzo personal que tenemos cada uno para vivir en santidad, debe estar enfocado en el bien común y no en el pensamiento egoísta de superación personal, buscando un beneficio propio, porque Yahweh desea bendecirnos a través de Sus siervos, y si somos Sus siervos, debemos tener como propósito el bendecir a nuestro prójimo.
Y podemos leer más versos para entender la responsabilidad que tenemos no solo sobre las pertenencias de otros, sino de las nuestras también.
Veamos:
Devarim (Deuteronomio) 22:8-11
8 Cuando edifiques casa nueva, harás baranda a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.
9 No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo, tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña.
10 No ararás con buey y con asno juntamente.
11 No vestirás ropa de lana y lino juntamente.
Aquí también podemos ver que, las cosas creadas por Yahweh, tienen propósitos específicos, y que no debemos considerarlos como iguales, sino más bien complementarios, como en el ejemplo de las diferentes semillas, que no deben ser sembradas juntas. También vemos que Yahweh prohíbe arar con buey y con asno al mismo tiempo, porque aun cuando los dos animales son útiles para el arado, tienen características y habilidades diferentes.
Y lo mismo sucede con la lana y el lino, que, aunque los dos son utilizados para hacer telas, cada uno tiene propiedades diferentes; Una puede ser más útil para climas cálidos y la otra para climas más fríos. Y si usamos estas dos telas en la misma prenda, puede que la prenda se rasgue fácilmente, y el tiempo de duración de la prenda se vea muy reducido.
Y esto puede ayudarnos a entender que, cada uno de nosotros también tiene características diferentes en el cuerpo del Mesías, y que no debemos sentirnos superiores a otros por pensar que tenemos mayores cualidades, porque El Padre nos ha dado las habilidades o dones, no con el propósito de que, lo usemos para cumplir nuestras metas o deseos, sino para que lo usemos en favor de nuestros hermanos.
Y pensando en esto, quiero que leamos Devarim 23:1-2
Devarim (Deuteronomio) 23:1-2
1 No entrará en la congregación de Yahweh el que tenga magullados los testículos, o amputado su miembro viril.
2 No entrará bastardo en la congregación de Yahweh; ni hasta la décima generación no entrarán en la congregación de Yahweh.
Como mencioné antes, ninguno debe sentirse superior por sus habilidades y de la misma forma, los que tienen menos habilidades o inclusive alguna eficiencia (física o mental), tampoco deben sentirse inferiores, porque Yahweh no hace acepción de personas.
Es decir, Yahweh valora a las personas, no por lo que tienen, (porque al final de cuentas todo lo recibimos gracias a Él), sino que el valor que Yahweh les da a las personas es, en función de cómo usan sus habilidades o dones en favor del cuerpo del Mesías. Y para comprobar esto, vamos a leer una de las parábolas mencionadas por nuestro Mesías en Mateo 25. Donde explica que el reino de los cielos es similar a un hombre que, yéndose lejos, dejó a tres siervos para que se hicieran cargo de sus bienes. Dejando a uno, 5 talentos, a otro, 2 talentos y a otro 1 talento. Y tanto, el de los 5 talentos como el de los 2 talentos, negociaron con ellos y los duplicaron, lo que quiere decir que trabajaron con algo que no era suyo, (sino de su señor) y lo duplicaron, es decir, tuvieron frutos por su trabajo.
Y en el verso 24 el texto nos dice:
Matityaju (Mateo) 25:24-27
24 Pero llegando el que había recibido un talento, dijo: Señor, conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.
Y el señor ordena que le quiten el talento a este siervo, porque no dio frutos, con la excusa de que tenía miedo. Lo que sucede con muchos creyentes en nuestros días, que piensan que la gracia cubre a los miedosos; pero las Escrituras no enseñan esto, sino que la gracia cubre al pecador arrepentido, que cuando recibe el perdón es transformado por el Espíritu de Elohim, (y nos dice la 2ª carta a Timoteo) que NO nos ha dado Elohim espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Además 1ª de Juan 4 nos dice que
Yojanán Alef (1 Juan) 4:18
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Así que, si tenemos miedo de profesar nuestra fe y predicar, tal vez fuimos llamados al arrepentimiento, pero aún no estamos siendo guiados por el Espíritu de Yahweh.
Y siguiendo con la parábola de los talentos en Mateo 25, vemos que el señor dice:
Matityaju (Mateo) 25:28-30
28 Quítenle, pues, el talento, y dénselo al que tiene diez talentos.
29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
30 Y al siervo inútil échenle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Hermanos, sabemos que no somos salvos por obras, pero cuando leemos esta parábola, podemos constatar que la fe, se demuestra a través de nuestros frutos, y no solo por nuestras palabras.
Volviendo a la parashá, vemos que nos dice:
Devarim (Deuteronomio) 23:19
19 No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés.
Porque Yahweh, quiere bendecir a su pueblo como uno solo, y no que unos hermanos se aprovechen de los otros, permitiendo solo que se cobre intereses de aquellos que no pertenecen a Su pueblo. Y más adelante, podemos ver que los frutos de la tierra pueden ser consumidos por cualquiera del pueblo, siempre que sea para consumo directo y no para almacenar, como vemos en los siguientes versos:
Devarim (Deuteronomio) 23:24-25
24 Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; pero no pondrás en tu cesto.
25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; pero no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Entendiendo con esto que, Yahweh no quiere que almacenemos el fruto de nuestro prójimo, pero tampoco que pasemos hambre, reconociendo que Él es el que da el crecimiento de los frutos. Y también debemos tener en cuenta que, no debemos impedir que nuestros hermanos puedan trabajar, re-teniéndole lo que necesiten para realizar su trabajo o el fruto de su trabajo para su sustento.
Y tenemos ejemplo de esto en los siguientes versos:
Devarim (Deuteronomio) 24:6
6 No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.
Devarim (Deuteronomio) 24:12-15
12 si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda.
13 Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Yahweh tu Elohim.
14 No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades.
15 En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Yahweh, y sea en ti pecado.
En muchos de los versos de esta parashá, vemos que Yahweh establece mandamientos para que no haya ninguno del pueblo que viva en la miseria, con un propósito claro de que exista un equilibrio en la calidad de vida de las personas. Donde cada persona debe valorar las necesidades de su prójimo, y de no ser avaricioso.
Y podemos ver el ejemplo de David que, en una de las batallas contra los amalecitas, acompañado con una parte de los hombres de guerra, quedando otros atrás por estar cansados; después de ganar la batalla, rescatando a las personas del pueblo que habían sido llevadas cautivas, y obteniendo un gran botín.
Shemuel Alef (1 Samuel) 30
22 Entonces hombres malos y perversos de entre los que habían ido con David, respondieron y dijeron: Porque no fueron con nosotros, no les daremos del botín que hemos quitado, sino a cada uno su mujer y sus hijos; que los tomen y se vayan.
23 Y David dijo: No hagan eso, hermanos míos, de lo que nos ha dado Yahweh, quien nos ha guardado, y ha entregado en nuestra mano a los enemigos que vinieron contra nosotros.
24 ¿quién puede estar de acuerdo con estas palabras? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que queda con el bagaje; les tocará parte igual.
Podemos ver con este pasaje que, David era un hombre conforme al corazón de Elohim, porque reconocía la voluntad de Yahweh establecida en Su Torá. Y muchos siguen creyendo que la Ley de Yahweh es una carga, o una serie de leyes que solo aplican al antiguo Israel. Y no han podido entender que, en la Torá, podemos encontrar el carácter del Padre, que Yeshúa nos vino a enseñar porque, aunque sabemos que las Escrituras nos habla de muchas guerras. Estas guerras no fueron realizadas por capricho de Yahweh, sino que fueron necesarias para condenar a pueblos completamente perdidos en sus pecados, con el claro objetivo de proteger la identidad de Israel.
Y podemos notar, como los discípulos del primer siglo, también entendían el carácter del Padre, leyendo Hechos 2, que nos dice:
Maasei (Hechos) 2:44-47
44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;
45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
46 Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
47 alabando a Elohim, y teniendo favor con todo el pueblo. Y Elohim añadía cada día a la asamblea los que habían de ser salvos.
También Yeshúa nos dejó ejemplo, de la gracia aplicada hacia nuestro prójimo, donde debemos dejar la avaricia de lado, y actuar con bondad.
Esto podemos verlo reflejado en sus palabras cuando dijo:
Luka (Lucas) 14:13-14
13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;
14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
Hermanos.
Quiero que reflexionemos en el mensaje del evangelio.
Podemos entender que la salvación es individual. Y que cada uno es juzgado por su fe o por sus propios pecados.
Devarim (Deuteronomio) 24
16 Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.
Pero esto no quiere decir que, la vida del creyente deba estar enfocada en si mismo, sino que, como hemos estado viendo, Yahweh quiere que valoremos a nuestros hermanos, y como dijo Yeshúa:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Y Shaúl, usando las mismas palabras dijo:
Galatim (Gálatas) 5:14
14 Porque toda la Torá en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Porque es imposible obedecer o cumplir la Torá, (es decir las leyes y mandamientos dados por Yahweh a Moshé), y no estar amando a nuestros hermanos, y viceversa, no podemos amar a nuestros hermanos sin cumplir la Torá. Porque para entender correctamente, lo que es el amor, debemos conocer la Torá, de otra forma, tendremos un concepto del amor distorsionado por las emociones del mundo, principalmente por las pasiones y deseos humanos.
Y podemos ver como Shaúl nos exhorta en Romanos 12 diciendo:
Romim (Romanos) 12:10-13
10 Ámense los unos a los otros fraternalmente.
11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Maestro;
12 con gozo por la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
13 compartiendo para las necesidades de los apartados; practicando la hospitalidad
Ahora, pensando en que Yahweh nos llamó a ser generosos con los necesitados, miremos lo que nos dice Gálatas 6:10
Galatim (Gálatas) 6:10
10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Entonces hermanos, hagamos el bien a todos, dando prioridad a los hermanos, y luego a los que están en el mundo, con el propósito de llamarlos al arrepentimiento,
Matityaju (Mateo) 16:26
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Es decir, si hacemos el bien a los que están en el mundo, pero no conocen del evangelio, y terminan perdiendo su alma, de que les servirá el bien que le hayamos hecho. El mayor bien que le podemos hacer a los que están en el mundo, es llevarles el mensaje del verdadero evangelio, NO el que promete prosperidad, sino el que llama a todo pecador al arrepentimiento y a sujetarse a la voluntad de Yahweh.
Pero siempre siendo guiados por El Espíritu de Elohim y en el nombre de Yeshúa, es decir, con Su autoridad. Porque si lo hacemos con orgullo, pensando que por nuestro conocimiento de las Escrituras podemos persuadir a la gente, simplemente, no seremos respaldados por Yahweh y no podremos luchar contra las tinieblas que están gobernando a los que están en el mundo.
Y si estas en una situación difícil, pensando que no estás en posición de bendecir a otros hermanos y que tu necesitas la bendición, porque estas lleno de debilidades. Fíjate el mensaje que Yahweh le dio Shaúl cuando se quejaba.
Qorintim Bet (2 Corintios) 12:9
9 Y me ha dicho: “Bástate Mi gracia; porque Mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre Mí el poder del Mesías.
Miremos también lo que nos dice Proverbios 11, del verso 24 al 26
Mishlé (Proverbios) 11:24-26
24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.
25 El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
26 Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.
Creo que el contexto de esta parashá es hermoso, y que puede llenarnos de esperanza, para vivir como lo hicieron los apóstoles y los discípulos del primer siglo. No es fácil, vivir de esa manera en un mundo lleno de egoísmo, y creo que muchas veces nos falta, conocer mejor a los otros hermanos, para distinguir a los verdaderos discípulos, de aquellos que solo buscan aprovecharse de la buena voluntad de las personas. También puede suceder que estemos en un proceso de madurez, en el cual, aún nos falte la convicción para identificarnos como verdaderos seguidores del Mesías.
Para lo cual debemos buscar profundamente a Yahweh en oración, pidiéndole que nos de la convicción y discernimiento para tomar las decisiones correctas en favor de Su pueblo, el cual este buscando darle la Gloria a Yahweh con todo lo que tienen y con todo lo que hacen.
Shabat Shalom
“Únete a nosotros para trabajar en la gran comisión”