Devarim (Deuteronomio) 32 – Yeshayahu (Isaías) 58 – Efesim (Efesios) 2
Devarim (Deuteronomio) 32:1
1 Escuchen, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Así comienza la porción que comentaremos en esta presentación, donde encontramos las palabras de un cántico que Moshé habló a todo el pueblo de Israel.
Y sabemos que estas palabras de Moshé eran un cántico, al leer el verso anterior, en Devarim 31:30 que nos dice así:
Devarim (Deuteronomio) 31:30
30 Entonces habló Moshé a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.
Y vemos que este cántico tenía un doble propósito, cuando leemos que Moshé se dirigió a los cielos y a la tierra, diciendo escuchen y oigan, o dicho en hebreo, Haazinu y Shemá.
Haazinu tiene un enfoque más específico a escuchar pasivamente, por lo que era para que los cielos escucharan las alabanzas a Yahweh, y Shemá tiene un enfoque de escuchar activamente, por lo que nos indica que era para que *el pueblo* escuchara atentamente la exhortación de Moshé para actuar conforme a lo que Moshé decía en este cántico.
Y a través de esta presentación vamos a ver como Yahweh determina quién es el pueblo escogido al cual Moshé dirigió este cántico.
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En esta presentación, vamos a comentar la porción de la Torá conocida como parashá Haazinu que puede traducirse como acerca tu oído, con la intención de escuchar atentamente las indicaciones de alguien más.
La parashá Haazinu la encontramos en Devarim: 32
Y como ya vimos al inicio de esta presentación, el texto comienza con Moshé diciendo delante del pueblo: escuchen cielos y oiga la tierra.
Y en el siguiente verso Moshé continúo diciendo:
Devarim (Deuteronomio) 32:2
2 Goteará como la lluvia mi enseñanza; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba.
Y esto me recuerda la forma como Yeshúa le enseñaba al pueblo, hablándole a las personas en parábolas, explicando cómo funciona lo espiritual, con ejemplos prácticos de cosas que suceden en lo material (o en lo visible).
Y cuando meditamos en las palabras de Moshé, comparando las enseñanzas, con la lluvia y el rocío, podemos ver que es algo que no podemos conseguir con nuestro esfuerzo, porque la lluvia depende de la voluntad de Yahweh y solo podemos recibirla por medio del favor de nuestro Creador.
Lo que también se aplica a la revelación del evangelio.
Como lo podemos comprobar en Mateo 16 verso 17, que nos dice así:
Matityahu (Mateo) 16:17
17 Entonces le respondió Yeshúa: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los Cielos.
Entonces, si la revelación de Yeshúa como nuestro Mesías es revelada por el Padre, (porque de otra manera nuestra naturaleza egoísta simplemente lo negaría), podemos concluir que le fe, igualmente es gracias a la revelación dada por Yahweh a Sus siervos.
Efesim (Efesios) 2:8
8 Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Elohim.
Y con esto en mente, vamos a ver lo que dijo Moshé en el verso 4.
Devarim (Deuteronomio) 32:4
4 Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos Sus caminos son rectitud; Elohim de verdad, y sin ninguna iniquidad en Él; Es justo y recto.
Aquí, volvemos a ver como Moshé sigue expresando la dependencia que debemos tener de Yahweh, comparando a Elohim con algo resistente y firme, como lo es una roca.
Y aquí quiero detenerme un momento y volver a Mateo 16, donde vimos que Yeshúa le dijo a Pedro que, la revelación que tuvo fue gracias al Padre, y en el siguiente verso dice lo siguiente:
Matityahu (Mateo) 16:18
18 Y Yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi asamblea; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Y quiero aprovechar este pasaje para analizar el argumento de la iglesia católica, que dice que Pedro fue el primer papa, argumentando que Pedro es la roca donde el Mesías fundo “Su iglesia”.
Pero vamos a ver que, esto es una mala interpretación del pasaje, y que la expresión “esta roca” usada por Yeshúa no se refiere a Pedro, sino a sí mismo.
En Devarim 32:4 Moshé dijo que Yahweh es la Roca,
con lo cual vemos que es una característica atribuida a nuestro Creador, lo cual también es válido para nuestro Mesías, ya que Colosenses 1:16 nos dice que todo fue creado por medio de Él
También en salmos 144 podemos ver que, se describe a Yahweh como la roca.
Miremos:
Tehilim (Salmos) 144:1
1 Bendito sea Yahweh, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra.
Además, podemos ver también como Las Escrituras nos dicen que Yeshúa es la roca.
Por ejemplo, Romanos 9:33 nos dice:
Romim (Romanos) 9:33
33 Como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en Él, no será avergonzado.
En este verso, vemos la comparación de la piedra y la roca con alguien en el que debemos creer, y podemos concluir que solo puede ser nuestro Mesías.
También podemos mirar en Lucas 6 versos 47 y 48, una de las parábolas de Yeshúa, donde hace la comparación de Si mismo con la descripción de La Roca.
Veamos:
Luca (Lucas) 6:47-48
47 Todo aquel que viene a Mí, y oye Mis palabras y las hace, les indicaré a quién es semejante.
48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.
Y si con esto no es suficiente, podemos leer también
1 corintios 10:4 que nos dice:
Qorintim Alef (1 Corintios) 10:4
4 Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era El Mesías.
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Volviendo a la parashá, quiero que notemos lo que Moshé declaró en su cántico entre los versos 7 y 9, donde veremos que, menciona que Yahweh dividió a los humanos en varios pueblos y de entre ellos, aparto a Su pueblo, que en el pasaje es descrito como la porción de Yahweh.
Veamos:
Devarim (Deuteronomio) 32:7-9
7 Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te declarará; a tus ancianos, y ellos te dirán.
8 Cuando el Altísimo dividió a las naciones, e hizo heredar a los hijos de los hombres, según los territorios de la tierra según el número de Sus hijos.
9 Porque la porción de Yahweh es Su pueblo; Yaakob la heredad que le tocó.
Y si hemos leído el pasaje con atención, podemos notar la relación de lo descrito aquí, con lo relatado en Bereshit 11, donde tenemos el relato que comúnmente se conoce como la torre de Babel.
Donde Yahweh confundió el lenguaje de todos los hombres porque todos ellos estaban con el mismo propósito de exaltarse a sí mismos.
Vamos a comprobarlo:
Bereshit (Génesis) 11:1
1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
Bereshit (Génesis) 11:4
4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos famosos, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
Con esto podemos ver que, en aquel tiempo, los hombres tenían un mismo idioma, lo cual sería de gran bendición si decidieran obedecer a Elohim, sin embargo, el propósito de ellos fue justo lo contrario.
Ellos querían exaltarse a sí mismos,
Bereshit (Génesis) 11:6-9
6 Y dijo Yahweh: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
7 Ahora, pues, descenderé, y mesclaré allí sus dichos, para que ninguno entienda los dichos de su prójimo.
8 Así los esparció Yahweh desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Yahweh el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
Muchas veces se predica que somos salvos por gracia a través de la fe, como pudimos leer anteriormente en Efesios 2:8
Lo que no se suele enseñar es que, también a través de la fe, es que somos injertados en “el pueblo escogido”, o como lo describe Devarim 32:9, en “la porción de Yahweh”.
Hace un momento leímos como Yahweh confundió el lenguaje de la tierra; dándole una connotación negativa, debido a que fue como una especie de castigo, consecuencia de lo que estaban planeando los hombres.
Y en la actualidad muchos se sienten orgullosos de su idioma y de su cultura, como si esto fuera una bendición.
Las Escrituras nos enseñan que los escogidos serán llamados de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas.
Por ejemplo:
Mateo 28:19, Lucas 24:47 y Apocalipsis 7:9
¿Pero significa esto que, perteneciendo a diferentes naciones, debamos estar contentos y orgullosos de pertenecer a estas naciones?
¿No deberíamos reconocer que debemos ser un solo pueblo?
¡El pueblo!, (descrito en Las Escrituras como Israel)
Hay muchas personas que no tienen claro, lo que representa el nombre de Israel.
En nuestros días, muchas personas pueden pensar en Israel, como el estado formado en medio Oriente en el año 1948, y que todo el que tiene la nacionalidad otorgada por este estado, forma parte de Israel.
Y aunque en cierto sentido esto es correcto, debemos entender que esta definición de Israel no es como lo definen Las Escrituras.
Otras personas piensan que Israel está formado únicamente por el pueblo judío, sea por haber nacido en una familia judía, o por haberse convertido al judaísmo.
Y en realidad los judíos, tienen una identidad muy similar a la que es transmitida en Las Escrituras, y creemos que muchos judíos se sienten realmente identificados con Las Escrituras.
Sin embargo, debemos tener en cuenta lo que Shaúl dijo en Romanos 2.
Romim (Romanos) 2:28-29
28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente;
29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón.
¿Quiere decir esto, que no tiene ninguna relevancia ser descendientes de la tribu de Judá, de la cual surgió el pueblo judío?
Pues; No es esto lo que quiere decir, ya que nuestro Mesías nació de una familia judía, y los apóstoles eran judíos.
Lo que Shaúl dijo en este pasaje es que, aunque hallas nacido judío, puedes dejar de serlo, sino reconoces la voluntad de Yahweh, y si naciste gentil, puedes volverte judío si reconoces a Yahweh como tu Elohim.
Pero lo que debemos entender, es que Shaúl aquí, no está definiendo a un judío como alguien que tiene un tipo de sangre o que tiene una religión, como puede ser el judaísmo.
Sino que Shaúl está diciendo que un verdadero judío es alguien que se sujeta a Yahweh, como debe hacerlo el pueblo de Israel.
Y podemos ver que Yojanán el Inmersor (mejor conocido como Juan el Bautista) también habló sobre la identidad del pueblo en Lucas 3:8, donde dijo:
Luca (Lucas) 3:8
8 Hagan, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no digan dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque les digo que Elohim puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Muchas veces he oído decir que, Elohim rechazó a Su pueblo, y que ya no importa si eres judío o gentil.
Y esto podemos entenderlo como una verdad a medias.
Porque como vimos en los pasajes anteriores, lo que enseñan Las Escrituras, es que no necesitamos ser descendientes físicos de los judíos o de cualquier otra tribu de Israel.
Sin embargo, Shaúl dijo que el verdadero judío, lo es por lo que hay en su corazón y podemos confirmar que Yahweh no rechazo a Su pueblo cuando leemos Romanos 11
Romim (Romanos) 11:1
1 Digo, pues: ¿Ha desechado Elohim a Su pueblo? De ningún modo. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Pero, aún muchos piensan que ahora el pueblo escogido por Elohim es “la iglesia”; lo que algunos llaman el Israel Espiritual.
Y esto puede ser cierto, o no, depende de la interpretación que le demos a este mensaje.
Y es que muchísimas personas creen, que identificarse como el Israel espiritual, no implica cambiar de identidad en lo natural.
Y con esto quiero decir que, las personas piensan que pueden seguir manteniendo su identidad, en las diversas naciones del mundo.
Sin darse cuenta de que esas naciones, fueron conformadas a través de costumbres paganas.
Entonces de esa forma lo que hacen, es querer pertenecer al pueblo de Elohim, pero sin santidad, (o dicho de otra forma) sin apartarse.
Porque realmente no están queriendo obedecer lo que dice Mateo 22:37.
Donde Yeshúa dijo:
Matityahu (Mateo) 22:37
37 Amarás a Yahweh tu Elohim con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Y es que muchos piensan que, las leyes de Yahweh cambiaron después de que, nuestro Mesías resucitó, y muy posiblemente estén confundiendo las leyes ceremoniales que, fueron dadas para el sacerdocio Levítico, con las leyes dadas a todo el pueblo.
Y es que en las leyes dadas a todo el pueblo, es donde el pueblo puede poner en práctica el carácter y la justicia de Yahweh.
Y es muy importante entender esto, porque muchos, de los que creen estar haciendo la voluntad de Yahweh, están cayendo en el mismo error, que Israel cometió en Isaías 58.
Vamos a ver lo que nos dice:
Yeshayahu (Isaías) 58:1-2
1 Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a Mi pueblo su rebelión, y a la casa de Yaakob su pecado.
2 Que Me buscan cada día, y quieren saber Mis caminos, como gente que ha hecho justicia, y que no ha dejado la Ley de Su Elohim; Me piden justos juicios, y quieren acercarse a Elohim.
Como podemos ver en el texto, Yahweh dijo que el pueblo le buscaba, (como hacen muchos en la actualidad) y que querían saber los caminos del Padre, es decir, buscaban conocimiento (como hacen muchos en la actualidad), viéndose a ellos mismos como justos y obedientes de la Ley.
Sin embargo, miremos como Yahweh describe sus errores.
Yeshayahu (Isaías) 58:6-7
6 ¿No es más bien el ayuno que Yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados?
7 ¿No es que repartas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa, que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Teniendo en cuenta que esto fue escrito por Isaías mucho antes de la muerte y resurrección de nuestro Mesías; muchos entenderán que la Ley que Yahweh dio a Su pueblo a través de Moshé, obviamente estaba vigente.
Y Yahweh nos muestra aquí como la gracia y la misericordia estaban presentes.
Y justo por nuestro orgullo, es que somos pecadores, porque no queremos actuar con bondad y misericordia, y no porque la Ley sea una carga imposible de cumplir.
Fijémonos además como Yahweh describe el día de reposo
Yeshayahu (Isaías) 58:13-14
13 Si retraes del Shabat tu pie, de hacer tu voluntad en Mi día apartado, y lo llamas delicia, apartado, glorioso de Yahweh; y lo honras, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,
14 entonces te deleitarás en Yahweh; y Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Yaakob tu padre; porque la boca de Yahweh lo ha hablado.
Muchos, de los que son llamados pensarán que están formando parte del pueblo escogido.
Y muchos querrán entrar por la puerta angosta que da acceso al Reino de los Cielos, pero no podrán.
Debemos entender lo que es realmente formar parte del pueblo escogido, y para esto vamos a ver lo que nos dice Efesios 2
Efesim (Efesios) 2:1
1 Él les dio vida a vosotros, cuando estaban muertos en vuestros delitos y pecados,
Efesim (Efesios) 2:13-14
13 Pero ahora en Yeshúa el Mesías, ustedes que en otro tiempo estaban lejos, han sido hechos cercanos por la sangre del Mesías.
14 Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
Efesim (Efesios) 2:13-14
19 Así que ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los apartados, y miembros de la familia de Elohim.
Podemos entender lo que significa que ya no somos extranjeros, sino ciudadanos del mismo pueblo y de la misma familia.
Como hemos estado hablando y la Biblia nos enseña, el pueblo escogido por Yahweh, siempre han sido aquellos que se identifican con sus mandamientos y Leyes, es decir, Israel.
La sangre de los hombres nunca ha sido garantía de pertenecer al pueblo, así como el simple hecho de creer.
Lo que realmente manifiesta nuestra fe, no son los pensamientos que tengamos acerca del Mesías, sino lo que manifestamos creer con nuestras acciones, es decir, que nuestra fe es nuestra identidad, y nuestra identidad es nuestra fe.
Procuremos caminar por el camino angosto y entrar por la puerta estrecha.
Buscando la Voluntad de Yeshúa a través de Sus Leyes y mandamientos, buscando imitar a nuestro Mesías, para que Su sangre nos limpie y nos permita formar parte de Su Reino.
Shabat Shalom.