Mira: Parashá Re’eh 2022-23: ¡La Torá en Hechos 15!
Devarim (Deuteronomio) 11:26-16:17, Yeshayaju (Isaías) 66, Ma’asei (Hechos) 15
Bienvenidos a la “Parasha Re’eh” 2022. Sí, ya sé que es 2023 en el calendario gregoriano romano, pero necesitamos una forma sencilla de mantener las cosas claras que todo el mundo pueda entender. Este ciclo de cebada comenzó en 2022, por lo que seguiremos teniendo las parashiot (de la serie de 2022) hasta que comience el siguiente ciclo de cebada dentro de unos meses (en 2023).
Tenemos una parashá muy especial para ti esta semana. Ulices (Uli) iba a hacerse cargo de la parashá esta semana, pero surgieron varias cosas que requerían su atención. Así que (si el Padre quiere), Uli volverá a hacerse cargo de la parashá la próxima semana la cual corresponde a la parashá Shoftim.
Mientras tanto, estoy dando gracias y alabando el tiempo perfecto de Yahweh porque Su tiempo es realmente asombroso. Por ejemplo, esta semana se nos han planteado algunas cuestiones muy importantes en relación con Ma’asei (Hechos) capítulo 15. Mientras respondíamos a estas preguntas y hacíamos la parashá, nos dimos cuenta de que las respuestas a todas las preguntas que surgieron estaban contenidas en la porción de Torá de esta semana en la Parashá Re’eh.
Así que esta semana, quiero mostrarte cómo las cuatro (en realidad más) reglas de Ma’asei (Hechos) 15 se encuentran todas en la porción de la Torá de esta semana en la Parashá Re’eh. Si pensamos en ello, es como si Ma’asei 15 fuera un reflejo de los principios y los preceptos que se encuentran en la parashá de esta semana y en la Torá en general. ¿No es eso también decir que los principios de Hechos 15 reflejan el corazón de Yeshúa? Todo esto se encuentra en la Parashá Re’eh de esta semana.
En el estudio de Israel Nazareno explicamos lo que se denomina el misterio de “Las Dos Casas de Israel“.
El misterio es que desde los tiempos más remotos (de hecho ya en Génesis [Bereshit] capítulo 35 y versículo 11), se profetizó que siempre habría una división dentro de la nación de Israel. Por ejemplo, el Creador Yahweh dijo a Israel (Ya’akov) que engendraría una gran nación (Judá) y una compañía de naciones, que como mostramos en el estudio de Israel Nazareno son las naciones cristianas. No hay otras posibilidades porque esos son los dos únicos grupos de personas que leen Su libro, así que ¿quién más podría ser?
Bereshit (Génesis) 35:11
11 “También Elohim le dijo: “Yo soy Elohim Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate; una nación y una compañía de naciones saldrán de ti, y reyes saldrán de tu cuerpo”.
A lo largo de toda la Escritura, vemos esta división en la nación basada en líneas entre el norte y el sur. Había dos (o podemos decir tres) tribus que habitaban en el sur y, al principio, se las denominaba la Casa meridional de Judá. Son los antepasados de los judíos tal y como los conocemos hoy en día, tanto física como espiritualmente (hablaremos de los jázaros, las dispersiones, los éxodos y todo este tipo de cosas en otra ocasión).
También había diez tribus que se asentaron en el norte y el nombre original de estas diez tribus del norte era la Casa del Norte de Efraim (también llamada la Casa del Norte de Israel en las Escrituras). Esta Casa del Norte de Israel (Efraim) se convirtió más tarde en la compañía de naciones (cristianas) que vimos en Bereshit (Génesis) capítulo 35 y versículo 11. Estas profecías comenzaron a andar después de los días de los reyes David y Salomón, cuando la nación de Israel se dividió en dos partes. Había dos reinos: uno septentrional y otro meridional. Ahora, en lugar de la Casa meridional de Judá, tenemos el Reino meridional de Judá. En lugar de las diez tribus septentrionales de la Casa de Efraim (Israel), ahora existía el Reino septentrional de Efraim (Reino de Israel) en el norte.
Para hacer corta una larga historia, estas 10 tribus del norte desobedecieron a Yahweh y luego se perdieron en la historia por su desobediencia a Yahweh y a Su Torá. Sin embargo, nunca se perdieron para las Escrituras y Yahweh siempre supo dónde estábamos. Como veremos, los rabinos del sur del Reino de Judá también sabían siempre dónde estábamos, sólo que no siempre dejaban saber que sabían dónde estábamos, lo que realmente no es demasiado agradable si lo piensas.
En el estudio de Israel Nazareno mostramos que las 10 tribus del norte de la Casa de Israel (Efraim) se dispersaron entre las naciones por su desobediencia a los mandamientos de Yahweh y, sin embargo, Yahweh es un Elohim muy misericordioso, bondadoso y compasivo. Las Escrituras siempre profetizaron que estas Diez Tribus Perdidas regresarían algún día.
En Mateo 15 y versículo 24, Yeshúa el Mesías nos dice que Él no fue enviado en Su primer advenimiento como Mashiaj sino que a las ovejas perdidas de la Casa de Israel (Casa del Norte de Efraim) significando las Diez Tribus Perdidas. A eso fue enviado y tal vez eso tenga algo que ver con la razón por la que los hermanos de Yeshúa en Judá no lo aceptaron en Su primer advenimiento como el Mashiaj. No fue enviado por ellos en Su primer viaje, sino que fue enviado para comenzar un proceso de reunión de dos milenios de duración para volver a reunir a las Diez Tribus Perdidas y reunirlas para la batalla final.
Mattityaju (Mateo) 15:24
24 “Pero Él respondió y dijo: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”.
Es por eso que Hoshea 6 y verso 2 nos dice que sería despues de dos días profeticos (dos mil años) que el Mashiaj reviviría a las Diez Tribus Perdidas para que pudieramos vivir ante Él en Su vista durante los terceros mil años (lo que a menudo se llama el milenio). Damos todos los detalles al respecto en el estudio de Israel Nazareno y también en nuestro estudio sobre Apocalipsis y el Fin de los Tiempos.
Hoshea (Oseas) 6:2
2 “Después de dos días nos reanimará; al tercer día nos resucitará, para que vivamos a Sus ojos”.
Si te quedas el tiempo suficiente, lo pondremos todo en vídeo, pero es mejor leer el estudio del libro. De cualquier forma, le sacarás mucho más partido (sobre todo si crees que estamos equivocados). Te ruego que leas el estudio. Muchas personas se han salvado de esta manera y sólo tenemos que estar dispuestos a dejar que la Escritura sea la Escritura y no escribir nuestras propias reglas.
Como explicamos en estudio de Israel Nazareno y también en Apocalipsis y el Fin de los Tiempos, hay varias ventanas de tiempo profético que se están completando ahora en nuestros días. Primero hubo una ventana de tiempo profético de castigo de aproximadamente 2.730 años que se abrió cuando las Diez Tribus Perdidas (Efraim) fueron llevadas al cautiverio en Asiria por nuestra desobediencia a la Torá de Yahweh. El tiempo de castigo de 2.730 años se agotó entonces alrededor de 1996 hasta aproximadamente el año 2.000. Hablamos más de ello en el estudio de Israel Nazareno y no sorprendentemente, lo que empezamos a ver en ese tiempo, fue el resurgimiento inicial de la Casa de Efraim (o la Casa de Israel). Las Diez Tribus Perdidas estaban siendo llamadas de vuelta a la Torá debido a nuestra creencia en Yeshúa. Recordemos que el trabajo de un Mashiaj (tradicionalmente), es volver a reunir a los perdidos y dispersos de Israel, traerlos de vuelta al Pacto, y vencer a los enemigos de Israel. También podemos recordar que muchos eruditos creen que el Mashiaj nació alrededor del año 4 a.C. (nosotros también lo creemos) y entonces 2.000 años desde el 4 a.C. sería el año 1996 d.C.
Esto coincide también con Hoshea (Oseas) capítulo 6 y versículo 2 (que acabamos de ver) que dice:
Hoshea (Oseas) 6:2
2 “Después de dos [proféticos] días [dos mil años] nos revivirá; al tercer día [en el tercer milenio] nos levantará [resucitará], para que vivamos [ante Él] a Sus ojos”.
Para otro testimonio de esto, fui llamado al arrepentimiento en 1999 (en esa ventana de tiempo profético de 1996 a 2000). Si sabemos que 2.000 años desde el nacimiento del Mesías fue un marco de tiempo críticamente importante para el regreso de las Diez Tribus Perdidas, entonces ¿qué hay de 2.000 años desde el comienzo del Ministerio del Mesías?
Sabemos que el Mashiaj nació alrededor del año 4 a.C. y comenzó Su Ministerio cuando tenía unos 30 años de edad. Si hacemos las cuentas, eso demuestra que habría sido alrededor del año 26 d.C. y 2.000 años a partir de eso sería 2026 d.C. que, en el momento de esta grabación, está a sólo tres o más años de distancia. ¿Qué significa eso?
Lo que significa en contexto es que en unos tres años, vamos a ver mucha más gente volviendo a la Torá debido a que el Espíritu de Yeshúa los está llamando. Recuerda, estamos calculando un tiempo aproximado aquí por lo que podría ser hasta cuatro años más tarde, porque es una ventana de tiempo profético, pero entiendes mi punto. La cuestión es que tenemos que prepararnos ya.
Consideremos, además, que si dos mil años desde el comienzo del Ministerio de Yeshúa va a ser un gran asunto aquí en unos tres años, ¿qué hay de dos mil años desde la muerte, sepultura, resurrección y entrega del Espíritu de Yeshúa? ¿Qué ocurre entonces? Podemos hablar de lo que va a suceder en un sentido espiritual, pero también sabemos en un sentido mundano que nuestros hermanos Frankistas Sabateanos están trabajando en su propio Nuevo Orden Mundial de la Logia Masónica junto con la Agenda 2030 y la reducción masiva de la población. Están trabajando en ello y las cosas van a ir a su manera (hablamos de ello en Apocalipsis y el Fin de los Tiempos) hasta que se desmoronen.
Es una lastima que nuestra gente no se mantenga comprometida con Yahweh, entonces todas estas cosas no serían necesarias, pero así es como son la mayoría de nuestros hermanos. Cuando estamos en nuestra carne y cuando no estamos prestando atención a Yahweh, sentimos que no necesitamos a Yahweh porque los tiempos van bien y por supuesto es nuestra diestra, es nuestro poder y fuerza que ha recibido toda esta riqueza y todas estas cosas buenas para nosotros, ¿verdad? Pero sólo cuando los tiempos se ponen difíciles clamamos a Él y reconocemos que Él es el Soberano y Rey. Podemos imaginar que las cosas empiezan a ponerse difíciles para nosotros hacia el año 2030 de nuestra era. Como resultado, más gente se sentirá incómoda y, por tanto, más gente buscará la verdad a partir del 2026 (más o menos) y hasta el 2030 (más o menos). ¿Te parece un escenario razonable? Damos todos los detalles al respecto en Israel Nazareno y también en Apocalipsis y el Fin de los Tiempos.
Pensemos con lógica. Queremos tener una visión panorámica. Si podemos esperar que más gente se acerque a la Fe (lo que significa que podemos esperar que más gente empiece a unirse a nosotros en unos pocos años), entonces ¿cuáles son las reglas para esto? Sabemos que Yahweh es un Elohim de orden como en todas las asambleas de los apartados. Hay muchos ministerios que predican el desorden. No predican la unidad sobre un único fundamento quíntuple de Apóstoles y Profetas.
Reflexionemos sobre esto; vamos a razonar juntos. Sabemos que habían asambleas en el siglo I. También sabemos por el libro de los Hechos que ellos tenían gobernantes de las congregaciones (gobernantes de la asamblea) en el primer siglo (en el tiempo de Yeshúa). La pregunta entonces es, si había gobernantes de las congregaciones en los tiempos de Yeshúa, ¿cuáles son las reglas para las congregaciones de Yeshúa si hemos de imitarle, si hemos de caminar como Él caminó?
Esperamos hablar mucho más de eso en próximos videos y veremos que las reglas para la sinagoga del primer siglo (época del segundo templo) son muy diferentes a las reglas que usan en las congregaciones rabínicas hoy en día. En torno al año 220 d.C. se produjo un gran cambio. Se adoptaron muchas reglas babilónicas, por lo que la sinagoga de la época de Yeshúa era muy diferente a la sinagoga de hoy en día y, con seguridad, es aún más diferente a la iglesia.
La gente tiene preguntas y hoy teníamos que abordarlas. ¿Cómo sabes a quién puedes invitar a la comunión y a quién no? ¿Cuáles son las normas al respecto? Antes de echar un vistazo a la porción de Torá en esta Parashá Re’eh, hablemos primero de la gran caída de cuando la secta israelita nazarena comenzó a difundir la fe original fuera de la tierra de Israel. Dentro de la tierra de Israel, los judíos nazarenos en general entendían la importancia de guardar la Torá; simplemente se daba por hecho.
Es por eso que cuando Shaliaj Shaul (Apóstol Pablo) subió a Jerusalem en Ma’asei capítulo 21, se reunió con Ya’akov HaNasi el líder (príncipe) del Consejo de Liderazgo de Jerusalem (Beit Din Gadol) y le dijeron a Shaul: “Ves hermano, cuántas miríadas de judíos hay que han creído …”. [en Yeshúa] y [aún] son todos [muy] celosos de la ley [Torá de Moshé]”. Los judíos entendieron que la Torá servía como ketubá (pacto matrimonial) de Israel, pero no todo el mundo lo entendió así.
Ma’asei (Hechos) 21:20
20 “Y cuando lo oyeron, glorificaron al Yahweh. Y le decían: “Ya ves, hermano, cuántas miríadas de judíos hay que han creído, y todos son celosos de la ley;”
A medida que la fe comenzó a extenderse a los no judíos como Cornelio dentro de la tierra de Israel, también comenzó a extenderse a los helenizados (judíos reformados) en lugares fuera de la tierra de Israel como en Antioquía y allí es donde comenzamos a ver testigos de la gran caída. Ten en cuenta que (hablamos de esto en el estudio de Israel Nazareno) en Antioquía, los discípulos ya no se llaman nazarenos en lengua hebrea. Ahora se les llama con un término extranjero “cristianos” que deriva del término griego Christianos. Puede parecer algo extremadamente sutil para una mentalidad cristiana gentil, pero en hebreo hay algo muy importante y muy poderoso que sucede aquí con respecto a la herencia de Israel. Antioquía fue el primer lugar donde vimos a judíos helenizados (reformistas o re-construccionistas) acercarse a la fe, pero como explicamos en el estudio de Israel Nazareno, lo que pasa con los judíos helenizados (reformistas o re-construccionistas) es que no tienen el mismo celo por la tierra de Israel, la lengua hebrea o la ley de Moshé que los cristianos más ortodoxos (fariseos).
En Antioquía, ellos creen en el Mashiaj, pero se llaman a sí mismos cristianos o llamaron a los Apóstoles, cristianos, pero esto no es igual a un judío nazareno. Esto no es israelita nazareno porque un israelita valora su herencia en lengua hebrea. No son israelitas nazarenos porque no comparten los mismos rasgos israelitas de atesorar su herencia en la tierra de Israel, en la lengua hebrea y en las leyes de Moshé. Esa es la herencia y cuando el Creador del universo te da una herencia con Él, no dices: “Emm, no lo quiero. No, quiero vivir fuera de la tierra. No, quiero hablar otros idiomas aparte del hebreo”.
Por supuesto que todos estamos en transición en este momento, pero hay un celo allí con un verdadero nazareno. Cuando el Creador te da una herencia, no la rechazas, aterrizas en ella a cuatro patas. Lo tomas y dices, “Gracias Yahweh, gracias por darme una herencia contigo”. Esa es la relación. Esa es nuestra herencia, pero los cristianos en Ma’asei capitulo 11 no entendieron todas estas cosas. Tenían un punto de vista diferente que a veces puede parecer difícil de discernir desde una mentalidad cristiana gentil.
Los cristianos de Antioquía estaban contentos de vivir fuera de la tierra a pesar de que pudieron trasladarse a ella en aquellos días. Estaban contentos con que se hablara alguna lengua (que no fuera el hebreo) en sus sinagogas y con la ley (como tantos efraimitas, reformados/re-construccionistas o judíos de Jabad de hoy en día), consideraban que no era necesario guardar todos los Mandamientos. Podían practicar las partes más fáciles de la Torá y dejar las otras y se les daba bien. ¿Te suena familiar?
En este estudio, estamos hablando de la relación entre el capítulo 15 de los Hechos y la Torá (concretamente la Parashá Re’eh), pero para entender esta relación en su plenitud, necesitamos comprender cómo veían las cosas los Apóstoles.
Romim (Romanos) 16:17
17 “Ahora os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y escándalos, contrarios a la doctrina que habéis aprendido, y que los evitéis”.
En el siglo I, los Apóstoles vieron que se estaba produciendo una gran apostasía. Este gran alejamiento fue de las cosas que hacían a Israel diferente, apartado y único entre las naciones. Los Apóstoles vieron todo este gran alejamiento entre el cuerpo de la fe alejándose de la tierra de Israel, de la lengua hebrea, y también de la ley de Moshé. Estaba teniendo lugar allí mismo, en el siglo I, ante sus propios ojos. Por lo que, al escribir las cartas, parece que sabían que tenía que tener lugar porque así era como la Fe en Yeshúa iba a penetrar globalmente en las naciones; en última instancia para encontrar a las ovejas perdidas de la Casa de Israel (Efraim/Diez Tribus Perdidas). Tardaría dos mil años, así que sabían que tenía que tener lugar, pero ahora tenían otro problema.
En Ma’asei (Hechos) capítulo 15, vemos que ciertos judíos mesiánicos conocidos como los fariseos que creían en Yeshúa bajaron a Antioquía. Tenemos que entender que hoy existen los mismos espíritus que en el siglo I. Cambian los nombres, las caras y las fechas, pero los espíritus de hoy son los mismos que los del siglo I.
Ma’asei (Hechos) 15:5
5 “Pero algunos de la secta de los fariseos creyentes se levantaron, diciendo: “Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés”.
Por ejemplo, hoy tenemos a los judíos ortodoxos; esos son los fariseos, porque sólo cambiaron de nombre en la Edad Media. Algunos de esos fariseos creían en Yeshúa al igual que algunos judíos mesiánicos rabínicos creen en Yeshúa hoy en día, pero todavía hay una similitud de su espíritu. Siguen dispuestos a añadir tradiciones y enseñanzas de hombres siempre que sean creadas por judíos, y les parece bien. Este mismo espíritu en los fariseos que creyeron, que bajaron a Antioquía, es el mismo espíritu que encontramos hoy en las organizaciones judías mesiánicas, judíos mesiánicos de una sola casa, MJAA, UJMC, y otras organizaciones por el estilo (tú sabes quienes son).
Como explicamos en el estudio de Israel Nazareno y en otros estudios, cuando estos judíos mesiánicos de una sola casa (si eran rabínicos o no, esa es una cuestión aparte), cuando estos judíos mesiánicos de una sola casa bajaron de Judea, dijeron: “Ahora bien, para salvarse (además de creer en Yeshúa para ser salvo), también tienen que obedecer a la Autoridad Rabínica manteniendo el proceso de conversión gentil rabínico” que en aquellos días se llamaba la costumbre de Moshé. Esa no es la ley de Moshé, sino que es la costumbre de Moshé. Son dos cosas distintas.
Hoy en día, la costumbre de Moshé se llama proceso GIUR (proceso de conversión gentil), y es un proceso rabínico especial para los gentiles que se convierten al judaísmo. Los rabinos tienen sus propias reglas y sus propias leyes. Las cosas que dicen son realmente muy inteligentes y muy razonables. Ocurre que no coinciden con lo que Yahweh está haciendo en Su propio universo.
Cubrimos todo esto en el estudio de Israel Nazareno y en otros lugares. Notemos, básicamente lo que los fariseos creyentes están argumentando aquí es que los nuevos conversos no deben convertirse al judaísmo melquisedeciano de Yeshúa. No deberían hacer como hizo Yeshúa y discrepar con el Orden Rabínico. Estos fariseos de una casa que creen (si son rabínicos o no, esa es una discusión aparte) están diciendo básicamente que los nuevos conversos necesitan convertirse a lo que hoy se llamaría judaísmo mesiánico rabínico. Hubo diferencias antes del 220 d.C., pero la cuestión es que existe una similitud de espíritu.
Tienes judíos que creen en Yeshúa, fariseos que creen, pero están inventando sus propias leyes. Están inventando reglas que no existen en las Escrituras. Al parecer, no recibieron el memorándum. Cuando leemos las páginas del Pacto Renovado, Yeshúa nunca tuvo una sola cosa buena que decir sobre el orden rabínico. Yeshúa siempre trató de reemplazar el orden rabínico con Su propio orden melquisedeciano renovado y purificado.
Cuando vemos las cosas en ese contexto, lo que debemos concluir es que los rabinos mesiánicos y sus organizaciones de una sola casa, son realmente una especie de estorbo. Están causando problemas. Están enturbiando las aguas con sus pies, dice la Escritura.
Después de que Shaliaj Shaul y Bernabé tuvieran no poca disensión y disputa con ellos, se decidió que debían subir a Jerusalem y dejar que los Apóstoles que habían caminado con Yeshúa fueran los que decidieran este caso. Para aquellos de ustedes que han estado con Israel Nazareno por un tiempo o para cualquiera que esté familiarizado con el judaísmo tradicional, esto es una estructura clásica del consejo de liderazgo Beit Din Gadol. Esto es todo lo que es.
Ma’asei (Hechos) 15:2
2 “Por lo cual, teniendo Shaul y Bernabé con ellos no pequeña disensión y disputa, determinaron que Shaul y Bernabé y algunos otros de ellos subiesen a Jerusalem, a los Apóstoles y Ancianos, acerca de esta cuestión”.
Hablamos del llamado Consejo de Jerusalem, que en realidad fue más una institución que un acontecimiento en la historia de la humanidad, en el estudio de Israel Nazareno, en El Orden de Hechos 15 y en otros lugares de nuestro sitio web, pero lo que tenemos que ver aquí es que Kefa (Pedro) estaba recordando a la gente que no se trata sólo de ser judío. En última instancia, a Yahweh no le importa nuestra carne. Esa es una de las lecciones para el lado efraimita de la casa.
Ma’asei (Hechos) 15:7-9
7 “Después de mucha discusión, Kefa se levantó y les dijo “Varones hermanos, vosotros sabéis que hace mucho tiempo Elohim escogió entre nosotros que por mi boca los gentiles oyesen la palabra del evangelio y creyesen.
8 Así que Elohim, que conoce el corazón, los reconoció dándoles el Espíritu Apartado, tal como lo hizo con nosotros,
9 y no hizo distinción entre nosotros y ellos, purificando sus corazones por la fe”.
Aquí tenemos a Kefa (Pedro) relatando cómo Yahweh le había enviado a Cornelio a pesar de que Cornelio ni siquiera era judío. Cornelio había recibido el Espíritu, aunque ni siquiera era judío y ni estaba sometido a ninguna autoridad rabínica. Cornelio no siguió las reglas y regulaciones rabínicas y aún así Elohim derramó el Espíritu sobre él. Es algo a tener en cuenta y, por supuesto, los rabinos siempre tienen algunas explicaciones que suenan muy bien para estas cosas.
Luego, en el llamado Concilio de Jerusalén (que fue más una institución que un acontecimiento), Shaul y Bernabé contaron cuántos otros milagros hizo Yahweh había realizado entre los gentiles a pesar de que los gentiles no estaban sometidos a ninguna autoridad rabínica. Tampoco seguían las costumbres, tradiciones o procedimientos rabínicos. Piénsalo un rato, ¿está bien?
Ma’asei (Hechos) 15:12
12 “Entonces toda la multitud guardó silencio y escuchó a Bernabé y a Shaul declarar cuántos milagros y prodigios había hecho Elohim por medio de ellos entre los gentiles”.
Después de que todos se habían quedado en silencio y pensando en estas cosas, Ya’akov HaNasi (el líder del consejo) dijo que esto no era más que el cumplimiento del capítulo 9 y versículo 11 de Amós. Esta era la forma en que Yahweh había planeado traer al resto de la humanidad al Pacto con Él. No es sólo para los judíos; se trata de toda la humanidad. Por eso las Diez Tribus Perdidas se dispersaron por el mundo. Fue para cumplir las profecías dadas a Abraham y también a Israel.
Amós 9:11
11 “Aquel día levantaré el Tabernáculo de David, que ha caído, y repararé sus daños; levantaré sus ruinas, y lo reconstruiré como en los días de antaño;”
Veamos el versículo 15 al 17, dice:
Ma’asei (Hechos) 15:15-17
15 “Y con esto las palabras de los profetas están de acuerdo, tal como está escrito:
16 ‘Después de esto volveré [¿Quién está hablando?] y reconstruiré el Tabernáculo de David [el gobierno Espiritual global], que ha caído; reconstruiré sus ruinas, y lo levantaré;
17 para que el resto de la humanidad busque a Yahweh, incluso todos los gentiles que son llamados por Mi nombre, dice Yahweh, que hace todas estas cosas”.
Hay muchas cosas aquí y nos llevaría mucho tiempo desentrañarlas. Llevaría mucho tiempo hablar de las razones por las que el texto masorético se lee de forma diferente a los textos más antiguos. Hay mucho aquí, pero una cosa que todo el mundo debe tener en cuenta es lo que es el Tabernáculo de David. Esto se debe a que el Tabernáculo de David es el Reino venidero de Yeshúa. Es un trabajo que debemos hacer nosotros.
El Tabernáculo de David es el cuerpo de Yeshúa y eso es lo que se supone que debemos estar construyendo juntos para Él cada vez que nos reunimos para congregarnos, para la amistad, para la adoración y para el compañerismo. Toda discusión debe ser siempre sobre cómo construimos el Reino de nuestro Maestro.
Tenemos una miniserie especial de cuatro partes sobre el Tabernáculo de David en Estudios Escriturales Nazarenos, Volumen Cuatro. Es un estudio muy importante así que por favor asegúrate de revisarlo y también nuestro estudio sobre El Orden de Hechos 15 que habla de cómo podemos construir juntos el Reino de Yeshúa a nivel congregacional.
Una vez que Ulices se haga cargo de la parashá, hablará de ellas desde la perspectiva de una parashá orientada a la familia, ya que la familia es el elemento básico de la sinagoga. Ya que estamos aquí, debemos señalar también que la sinagoga del siglo I era muy diferente de las sinagogas rabínicas mesiánicas de hoy. Hablamos de los cambios que tuvieron lugar en la estructura de la sinagoga y el estilo de servicio en nuestro Guía para el Líder de Beit Knesset.
Sólo para resumir, en el período del segundo templo (en el primer siglo y la época de Yeshúa), la sinagoga no estaba organizada tanto como la iglesia babilónica o como las sinagogas babilónicas de hoy. Más bien, ciertos cambios llegaron al judaísmo alrededor del año 220 d.C. (casi dos siglos después del Ministerio de Yeshúa) y estos fueron puestos en marcha por un hombre Yejudá HaNasi (Judá el príncipe) que era el príncipe del Beit Din Gadol del Reino del sur. Trajo su codificación del Talmud de Babilonia: revisado, editado, censurado, todas esas cosas. Muchas cosas cambiaron en el judaísmo en esa época, y aunque el orden rabínico no había sido omnipresente antes de esa época, el orden rabínico surgió después de la publicación del Talmud de Babilonia por Yejudá HaNasi.
Entre los muchos cambios se encuentra la forma en que se estructura y se gestiona el entorno de la sinagoga. Si quieres saber cómo debe ser una sinagoga, si estamos tratando de recrear el tipo de sinagoga a la que Yeshúa le gustaba asistir, entonces por favor asegúrate de leer ese estudio también.
Si has leído Apocalipsis y el Fin de los Tiempos, también debes saber que nosotros somos los que estamos programados para gobernar y reinar sobre las naciones durante el milenio. Y si no nosotros, nuestros hijos. La secta Frankista Sabateana piensa que son ellos, pero están haciendo las cosas de manera equivocada al alinearse con el espíritu de Babilonia. Como mostramos en el estudio de Apocalipsis, Babilonia caerá en la séptima trompeta y junto con ella caerá el Reino de la Logia Masónica de la secta Frankista Sabateana. Cae y es eliminada, y mucha gente va a sufrir, allí será cuando habrá llanto y crujir de dientes. Hemos intentado hablar con ellos. Hemos intentado comunicar estas cosas y nos odian por ello.
La secta Frankista Sabateana y todos los que están bajo su influencia están efectivamente en curso de colisión con su Hacedor, así que oren por ellos porque lo van a necesitar. No muchos de ellos van a salir vivos de esa, pero ese es un tema aparte.
Para unirlo todo, aquí en Ma’asei 15, Ya’akov HaNasi (Ya’akov el príncipe/líder) está diciendo que esta gran caída que está ocurriendo en Antioquía es realmente el comienzo del restablecimiento del Tabernáculo de David, tal como Yahweh dijo. Sabemos que el Tabernáculo de David es el gobierno Espiritual global por el cual nosotros y nuestros hijos gobernaremos y reinaremos sobre las naciones durante el milenio. Está todo allí en los estudios de Apocalipsis y el Fin de los Tiempos, El Gobierno de la Torá, y también en El Orden de Hechos 15.
Ma’asei (Hechos) 15:16
16 “Después de esto volveré y reconstruiré el Tabernáculo de David, que ha caído; reconstruiré sus ruinas y lo levantaré”.
El punto en Hechos capitulo 15 donde los Apostoles estaban, es que ellos sabían que tenía que haber una gran apostasía, pero ellos también sabían que tenía que haber un proceso por el cual se pudiera tener un procedimiento de conversion gentil (proceso GIUR) que se llevara a cabo apropiadamente de acuerdo al Espiritu de Yahweh. Dejarse guiar por el Espíritu de Yahweh y luego apoyarlo. Qué concepto. Aquí en Hechos capítulo 15, el punto era establecer reglas de la casa que animaran a aquellos que ya tenían el Espíritu de Yeshúa. Ya estaban celosos de ayudar a construir el Reino de Yeshúa; de venir como eran, pero no de quedarse así.
Para venir como eran y no quedarse así, primero tuvieron que estar de acuerdo en empezar con cuatro cosas claves (abominaciones) que harán que cualquiera de nosotros sea cortado de la Nación de Israel. De todos modos, no era necesario, ni siquiera deseable, establecer un montón de reglas talmúdicas rabínicas artificiales para el procedimiento GIUR (o proceso GIUR). Estamos estableciendo una agenda en lugar de prestar atención a lo que Yahweh dice y hace, así que al igual que la iglesia, los rabinos babilónicos hacen todo tipo de argumentos racionales que suenan razonables en cuanto a por qué realmente no necesitamos hacer las cosas a la manera de Yahweh. Por qué podemos añadir normas y por qué podemos quitar cosas. No es un buen libro. Es una buena referencia histórica, pero no la consideramos autorizada en modo alguno.
Debido a esto, Ya’akov HaNasi (Ya’akov/Santiago) dictaminó que realmente no debían acosar a aquellos de los efraimitas que estaban dispersos por ahí entre los gentiles, si regresaban a la nación de Israel, debido al Espíritu de Yeshúa. No tenía sentido hacerles seguir un montón de mandamientos rabínicos, enseñanzas y tradiciones de hombres que no ayudaban a nadie y que aparentemente Yahweh no respetaba (como en el ejemplo de Cornelio y en el de Antioquía). De hecho, los rabinos de Babilonia y sus tradiciones y enseñanzas de los hombres sólo están estorbando. Solo están enturbiando las aguas con sus pies como hacen también muchos ministros en Efraim.
Cuando pensamos en ello, lo que los rabinos de Babilonia realmente están haciendo es reemplazar los Mandamientos de Yahweh con sus propios Mandamientos y Escrituras; es muy, muy claro que no debemos hacer eso. Ahora buscamos paralelismos.
Cuando miramos el capítulo 15 de los Hechos, vemos cuatro (o efectivamente más) prerrequisitos para entrar en el entorno de la sinagoga y vemos que estos son efectivamente los mismos que en la Torá en la “Parashá Re’eh“. Cuando leemos la porción de la Parasha Re’eh, vemos que son las mismas reglas, sólo que con palabras diferentes, y realmente esto tiene mucho sentido porque Moshé nos dio el libro de Devarim (Deuteronomio) para resumir y recapitular los Mandamientos de Yahweh para nuestros antepasados antes de que entraran en la tierra de Israel. Básicamente, Hechos capítulo 15 son las reglas básicas antes de entrar en el ambiente de la sinagoga. ¿Podemos ver los paralelismos?
Así es como nos apartamos del mundo al obedecer estas reglas, al obedecer la Torá de Yahweh. Del mismo modo que hay reglas de la casa para entrar en el campamento de Israel en el desierto, también hay reglas de la casa para entrar en el campamento de Israel para Efraim en la dispersión.
Vayamos al versículo 19. Aquí tenemos a Ya’akov HaNasi (Santiago) diciendo “Por lo tanto juzgo [or reglamento] que no debemos molestar [u hostigar] a los gentiles [Efraimitas, es decir, las Diez Tribus Perdidas] que regresan a Elohim [debido al Espíritu de Yeshúa] diciéndoles que sigan las tradiciones rabínicas y las enseñanzas de los hombres, diciéndoles que se sometan a la autoridad rabínica, trayendo el proceso GIUR sobre ellos. Es como, ¡oy va voy! ¿Para qué queremos eso? ¿Necesitamos más agujeros en la cabeza o algo así?”.
Ma’asei (Hechos) 15:19
19 “Por lo tanto, juzgo que no debemos molestar a aquellos de entre los gentiles que se están convirtiendo a Elohim,”
Versículo 20. “No, no, no, no queremos hacer eso, sino que les escribimos para que se abstengan de las cuatro abominaciones que la Torá dice que harán que nos corten de la nación de Israel. No tiene sentido invitar a alguien a entrar por la puerta para luego tener que echarlo a patadas”.
Ma’asei (Hechos) 15:20
20 “sino que les escribimos que se abstengan de cosas contaminadas por ídolos, de inmoralidad sexual, de cosas estranguladas y de sangre”.
Bien, primero tienes que abstenerte de las cuatro abominaciones que te harán ser cortado de la nación.
Ahora lo desglosamos. Primero, necesitamos abstenernos de cosas contaminadas por ídolos (idolatría) porque la idolatría es adulterio espiritual. En segundo lugar, a continuación tenemos que abstenernos de la inmoralidad sexual (adulterio sexual). Entonces tenemos que abstenernos de cosas estranguladas significa estrangulado (en el contexto, animales impuros). También debemos abstenernos de comer sangre.
Hay mucho aquí y hay mucha discusión (mucha discusión antigua) y podemos hablar de eso en detalle en otro lugar, pero lo que vemos es que estos elementos son cosas que son todas necesarias para empezar y mantener una familia de la manera correcta y tambien para empezar y mantener una sinagoga (que es una familia espiritual) de la manera correcta. Son asuntos de familia: lo que se come, lo que se bebe, las cosas que se hacen, si somos puros, si somos limpios, si somos inmorales (¡no, no queremos ser inmorales!).
El versículo 21 dice: “Si muestran su sinceridad y su celo absteniéndose de estas cuatro cosas que nos harán morir apedreados (o cortados) en el desierto, entonces los gentiles Efraimitas que regresan pueden entrar. Pueden aprender a guardar la totalidad de la Torá con el tiempo, a medida que la escuchamos, porque mientras tanto no estaríamos profanando el lugar con alimentos impuros, bebidas impuras, espíritus impuros y prácticas impuras.”.
Ma’asei (Hechos) 15:21
21 “Porque Moshé ha tenido a lo largo de muchas generaciones quienes lo prediquen en cada ciudad, siendo leído en las sinagogas cada Shabat””.
Ya’akov da sus razones y dice: “Es porque Moshé HaNavi (Moisés el profeta) ha tenido a lo largo de muchas generaciones quienes predican su Torá en cada ciudad siendo leída en voz alta en las sinagogas cada Shabat”.
Lo que tomamos de esto, es que si los nuevos conversos eran serios y no estaban profanando la sinagoga a través de la idolatría (a través de imágenes prohibidas), siendo sexualmente impuros, teniendo un espíritu erróneo, o trayendo comida y bebidas impuras a la sinagoga, entonces podían aprender a guardar el resto de la Torá tal como la escucharon. Es una antigua tradición, Judá lo sabe.
Hay mucho más que podríamos decir sobre esto, pero el punto que estamos tratando de mostrar aquí es que en las sinagogas nazarenas, se supone que deben ser tratados como santuarios. Se supone que las mujeres pueden criar a sus hijos en paz, sin las impurezas del mundo, sin ser molestadas por la suciedad del mundo, y también sin ser obstaculizadas y molestadas por tradiciones y enseñanzas innecesarias de los hombres que no tienen nada que ver con los movimientos del Espíritu como se registra en el libro de los Hechos. Los rabinos mesiánicos realmente deberían comprobar esto.
Mientras leemos la Parashá Re’eh, vamos a ver secciones enteras que nos dicen que tengamos cuidado de adorar a Yahweh Elohim solamente y a nadie y a nada más. También, no ser de doble ánimo o tibios en nuestra adoración. No desear las cosas del mundo y luego pensar que todavía deseamos las cosas de Yahweh porque las cosas de Yahweh son opuestas a las cosas del mundo.
Luego vemos secciones enteras que nos dicen que no seamos sexualmente inmorales. También vemos requisitos de no comer carnes impuras (es decir, carnes que no cumplen los requisitos del capítulo 11 de Levítico). También se exige no comer sangre. Hay un juego al que juegan ciertas personas. Hablamos de los requisitos del capítulo 15 de los Hechos. Hay cuatro de ellos escritos ahí en la página, pero en realidad hay muchos, muchos más. Pero algunos de ellos (efraimitas) simplemente no quieren hacerlo.
Por ejemplo (en contexto), hubo liderazgo en el desierto bajo Moshé, como también lo hubo en el primer siglo, y muchos efraimitas quieren rechazar el liderazgo. A ellos les gusta arrancar el capitulo 2 de Hechos, el capitulo 4 de Hechos, y el 5 del Libro porque piensan que si lo ignoran, entonces no tienen que tener ninguna responsabilidad, ninguna disciplina, o hacer ninguna de las cosas que van junto con apoyar el liderazgo de Yahweh.
A veces los Efraimitas piensan que pueden ser muy inteligentes, pero si no nos estamos sometiendo a Yahweh y a Su sistema, entonces realmente, somos muy estúpidos porque rechazar el sistema de Yahweh significa efectivamente que estamos rechazando a Yahweh. Hay un requisito en el Libro de Yahweh de escuchar a los siervos líderes elegidos por Yahweh. Tienen que ser líderes servidores y tienen que decir la verdad en amor.
Si están hablando la verdad en amor y la gente elige no someterse a su ejemplo de servicio abnegado y de poner el Reino en primer lugar, entonces ¿cómo construye eso el Reino de Yeshúa? ¿Cómo contribuye a la gran misión de nuestro Amor de someter espiritualmente la tierra a Su Espíritu si no nos sometemos a Su Espíritu? ¿Cómo podemos buscar primero el Reino de Elohim si no hacemos eso? La Parashá Re’eh nos muestra las reglas de Yahweh para pertenecer a Su nación en el desierto y pesos y medidas iguales, Ma’asei 15, nos muestra las reglas de Yeshúa para pertenecer a Su cuerpo y a Su nación en la dispersión.
En cualquier caso, antes de que podamos tomar parte en Su sistema, ¿primero no necesitamos someternos a Su Espíritu y hacer todo lo que oímos decir a Su Espíritu (incluyendo todas las Mandamientos escritos)? Porque son cosas que el Espíritu dijo antes ¿no? ¿Por qué queremos siquiera entrar en el entorno de la sinagoga en primer lugar si no queremos hacer todas las cosas que Yeshúa dice que hagamos?
El que tenga oídos que oiga. Esperemos que Uli vuelva la semana que viene para hablar de cómo podemos construir el Reino de Yeshúa en la familia y en la familia espiritual (a nivel de sinagoga). Hagamos feliz a nuestro Elohim sometiéndonos a Su Espíritu para que podamos ayudar a construir Su Reino a Su manera.