Chapter 2:

Acerca del Cambio del Calendario

Antes de iniciar nuestro estudio sobre el calendario que la Torá nos dice que debemos guardar, primero echaremos un vistazo a la historia, y veremos la forma en que los hijos de Israel se alejaron del Calendario de la Torá. Esperamos que esto nos ayudé a entender cómo el error puede colarse dentro, de manera que podamos evitar que esto vuelva a suceder.

Como vimos en el estudio Israel Nazareno, el Mesías Yeshúa (“Jesús”) nos dijo que no pensemos que Él había venido a destruir la Torá (las Leyes de Moisés) o los Profetas.

Mattityahu (Mateo) 5:17
17 “No piensen que vine para destruir la Torá o los Profetas. No vine a destruir sino a cumplir”.

También vimos que incluso después de la resurrección de Yeshúa, los fieles aún tenían que seguir guardando el Calendario original de la Torá, de manera que puedan estar en el lugar correcto en el momento adecuado, cuando Yahweh derrama Sus bendiciones sobre aquellos que guardan Su calendario. Por ejemplo, los apóstoles, después de la resurrección de Yeshúa, tenían que guardar la fiesta de Pentecostés para poder recibir el don del Espíritu.

Ma’asei (Hechos) 2: 1-2
1 Cuando llegó el Día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un solo lugar.
2 Y repentinamente vino un sonido del cielo, como de un viento impetuoso, y llenó toda la casa [Templo de Jerusalem] donde estaban sentados.

Como veremos más adelante en este capítulo, el apóstol Shaul (Pablo) nos dijo que Yahweh volverá a cumplir nuevamente estos mismos días de fiesta en el futuro, exactamente en los mismos días de Su calendario. Y así como Yahweh derramó bendiciones sobre aquellos que guardaban Sus días festivos en el pasado, Él volverá a derramar bendiciones sobre todos aquellos que estén guardando Sus días festivos en el futuro. Si queremos estar allí cuando esas bendiciones sean derramadas, entonces encontraremos lógica la necesidad que tenemos de guardar el calendario que Él nos ordena.

Es muy importante mantener el calendario de la Torá, y puede parecer algo difícil y confuso, al menos al principio. Mientras el día en el calendario Romano (“Cristiano”) cambia a medianoche (cuando uno está durmiendo), la Torá nos dice que el día comienza al atardecer. Por ejemplo, Génesis 1:31 nos dice que “fue la tarde y la mañana, el día sexto”.

Bereshit (Génesis) 1: 31b
31b fue la tarde y la mañana, el día sexto.

Levítico 23:32 confirma que el día Hebreo dura de tarde a la tarde (es decir, desde la puesta del sol hasta la otra puesta del sol), en lugar de; de medianoche a medianoche.

Vayiqra (Levítico) 23: 32b
32b “En el día noveno del mes por la tarde, de tarde a tarde, celebrarás el Shabat”.

El “Shabat” o “Día de reposo” del cual se habla en Levítico 23:32 (arriba) es el Día de Expiación, pero, así como también todos los días Hebreos, el Shabat (Sábado) semanal también dura de tarde a tarde. Lucas 4:16 nos dice que Yeshúa (Jesús) también guardó el Shabat, que dura de atardecer a atardecer .

Luqa (Lucas) 4:16
16 Entonces vino a Nazaret, donde se había criado. Y como era Su costumbre, entró en la sinagoga el día Shabat y se levantó para leer.

A pesar de que muchas iglesias Cristianas enseñan que el día de la adoración fue cambiado del Shabat (de tarde a tarde) al domingo (de medianoche a medianoche) después de la resurrección de Yeshúa, vemos que el apóstol Shaul (Pablo) siguió yendo a las sinagogas en el día Shabat, mucho tiempo después de la resurrección de Yeshúa.

Ma’asei (Hechos) 13:14
14 Pero cuando partieron de Perge, vinieron a Antioquía en Pisidia, y entraron en la sinagoga en el día Shabat y se sentaron.

Algunas iglesias convencionales nos dicen que, dado que Yeshúa cumplió la Torá a la perfección, los días de adoración y descanso han sido cambiados del Shabat y las fiestas Hebreas al domingo, Navidad y Pascua . Sin embargo, el fundamento de esta doctrina es curiosa, considerando que las palabras Domingo, Navidad y Pascua nunca aparecen en las Escrituras.

¿Hay alguna buena razón para adoptar días de adoración que no aparecen en las Escrituras? ¿Y hay alguna buena razón para adoptar días de adoración que ni el Mesías ni Sus apóstoles guardaron?

Algunos eruditos usan Hechos 20:7-11 como la “prueba” de que los discípulos se reunían el domingo; y esto, a primera vista, podría parecer tener sentido.

Ma’asei (Hechos) 20: 7-11
7 El primer día de la semana, cuando los discípulos se reunieron para partir el pan, Shaul, listo para partir al día siguiente, les habló y continuó su mensaje hasta la medianoche.
8 Había muchas lámparas en la sala superior donde estaban reunidos.
9 Y en una ventana estaba sentado un cierto joven llamado Eutico, que estaba cayendo en un sueño profundo. y mientras Shaul seguía hablando, fue vencido por el sueño y cayó del tercer piso y fue levantado muerto.
10 Entonces Shaul descendió, se postró sobre él y, abrazándolo, dijo: “No se alarmen, porque su vida está en él”.
11 Y volviendo a subir, partió el pan y comió, y habló largo rato, hasta el amanecer, y se fue.

Como Judea estaba bajo control Romano, podría tener algo de sentido que los discípulos mantuvieran el calendario Romano, en el cual el día comienza a medianoche. Si este fuera el caso, entonces tendría sentido decir que los discípulos se reunieron el domingo por la mañana, escucharan a Shaul todo el domingo, todo el domingo por la noche, y hasta el amanecer del lunes por la mañana. Sin embargo, esto no explicaría por qué había tantas lámparas en el aposento alto.

¿Por qué habría tantas lámparas en el aposento alto, si los discípulos se juntaron inicialmente un domingo por la mañana? ¿Y por qué solo comerían una comida en un período de veinticuatro horas? Estas cosas realmente no tienen sentido.

Los Judíos religiosos son personas muy tradicionalistas. Durante el Shabat, generalmente adoran en las sinagogas (o en el Templo), y luego del término del Shabat, a menudo se juntan en la casa de un amigo o pariente para partir el pan y tener compañerismo, para extender el día de adoración y descansar el mayor tiempo posible. Sin embargo, esto no es la manifestación de un nuevo día de adoración el “domingo por la mañana”, sino que es simplemente una extensión del Shabat. Si observamos el capítulo 20 de Hechos bajo esta mentalidad, entendemos fácilmente que la razón por la cual había tantas lámparas en el aposento alto era porque se reunieron después de la puesta del sol.

Este mismo tipo de reunión de confraternidad post-Shabat se encuentra en el Libro de Juan, donde se nos dice que el primer día de la semana era “el mismo día (Shabat) en la tarde”:

Yojanán (Juan) 20:19
19 Entonces, al atardecer del mismo día, siendo el primer día de la semana, y estando cerradas las puertas donde los discípulos estaban reunidos, por temor a los Judíos, Yeshúa vino y se paró en medio, y les dijo: “La paz sea con vosotros”.

Yeshúa fue crucificado en Pésaj, en el primer mes. En Israel ya es tiempo de calor, y si hacía calor, lo sensato hubiera sido dejar las puertas abiertas durante la noche. Sin embargo, como había persecución, los discípulos cerraron sus puertas. Por lo tanto, la única cosa realmente inusual en este relato fue que apareció Yeshúa. Este acontecimiento “no refleja” un nuevo día de adoración.

Pero, si a los discípulos no se les enseñó a guardar el domingo, la Navidad o la Pascua, entonces, ¿cómo surgieron estas cosas? ¿Cómo ocurrió que el calendario original de la Torá “se desvió” hasta donde está actualmente, con tantos Cristianos guardando días de adoración y descanso que no están ordenados en la palabra de Yahweh?

La referencia más antigua conocida a la adoración del domingo proviene del apologista Cristiano Justino Mártir, alrededor del 150 d.C.

Y en el día llamado Domingo, todos los que viven en las ciudades o en el país se reúnen en un solo lugar …
[Justino Mártir, Primera Carta, Capítulo 67, Adoración semanal de los Cristianos, alrededor del 150 d.C, Biblesoft].

La Escritura numera los días de la semana como primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo, y luego llama al séptimo día “Shabat” (la abstinencia/el reposo). Nunca llama a algún otro día como “sábado” o “domingo”. En contraste con esto, en la Iglesia primitiva de Nicea, el padre Justino Mártir dijo que la razón por la cual su asamblea adoró el domingo (en el Calendario Romano) fue porque este es el día en que Elohim (Dios) hizo el mundo, y que fue el día en que Yeshúa apareció por primera vez a Sus discípulos.

Pero el domingo es el día en que todos celebramos nuestra asamblea común, porque es el primer día en que Dios, habiendo forjado un cambio en la oscuridad y la materia, creó el mundo; y Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó el mismo día de entre los muertos. Porque fue crucificado el día anterior al de Saturno (sábado); y el día después de aquel, el de Saturno, que es el día del Sol, habiéndose presentado a Sus apóstoles y discípulos, Él les enseñó estas cosas, que también hemos sometido para su consideración.
[Justino Mártir, Primera Carta, Capítulo 67, Adoración semanal de los Cristianos, alrededor del 150 d.C, Biblesoft].

Con el debido respeto, Justino Mártir comete el error de pensar que Yeshúa marcó el comienzo del sistema del calendario Romano. También nota que, aunque las razones de Justin Mártir para adorar el domingo pueden parecer buenas, ya vimos que ni el Mesías ni Sus apóstoles tenían el hábito de reunirse el domingo.

Sin embargo, como explicamos en Israel Nazareno, Yahweh permitió que la fe Nazarena original quedara eclipsada bajo la adoración dominical durante un periodo tiempo, para que la creencia en Yeshúa pueda extenderse por todo el mundo de manera rápida y eficaz. Al degradar temporalmente la fe y vinculándola al calendario Romano, Yahweh ayudó a que la fe se extendiera, no solo a través del Imperio Romano, sino también a otras tierras, donde era común el culto al sol y la idolatría. Debido al calendario Romano, y porque ellos ya tenían una historia de asimilar ídolos y dioses extranjeros en sus panteones, al Cristianismo Romano le resultó mucho más fácil difundir su fe, que la fe Nazarena original. Con el tiempo, llegaron a haber muchos más conversos al Cristianismo que conversos a la fe Israelita Nazarena.

Más tarde, a principios del tercer siglo, Constantino se convirtió en el emperador de Roma, y emitió el famoso “Edicto de Milán”, el cual, oficialmente proclamó un grado de tolerancia religiosa dentro del Imperio Romano. Sin embargo, el Imperio Romano no estuvo exento de fricciones religiosas. Trescientos años después de Yeshúa, el padre de la Iglesia Primitiva Epifanio afirmó que, aunque los Nazarenos todavía conservaban el Shabat original el séptimo día, aquellos a quienes él llamaba “verdaderos Cristianos”, adoraban solo el domingo, en el calendario Romano.

“Los Nazarenos no difieren en nada esencial de ellos (es decir, los Fariseos/Judíos Ortodoxos), ya que practican las costumbres y doctrinas prescritas por la ley Judía; excepto que creen en Cristo. Ellos creen en la resurrección de los muertos, y que el universo fue creado por Dios. Predican que Dios es Uno, y que Jesucristo es Su Hijo. Son muy doctos en el idioma Hebreo. Leen la Ley (la Ley de Moshé) … Por lo tanto, difieren … de los verdaderos Cristianos ya que ellos cumplen, hasta ahora, (tales) los ritos Judíos; como la circuncisión, (el) Shabat y otros”.
[El Padre de la Iglesia Epifanio, en su libro doctrinal, “Contra herejías”, Panarion 29, 7, página 41, 402].

Ya que El Padre de la Iglesia Epifanio afirma que los Nazarenos eran “herejes”, sabemos que la Iglesia Romana no fue amistosa con los Nazarenos. Además, aunque el Imperio Romano fue oficialmente tolerante con otras religiones, fue menos de un siglo más tarde de la conversión de Constantino al Cristianismo, cuando los Cristianos Romanos comenzaron a estigmatizar y luego “oficialmente rechazar” a los Nazarenos, la Iglesia Romana desautorizó formalmente el culto del Shabat aproximadamente cincuenta años antes del libro de Epifanio, alrededor del 336 d.C, cuando el emperador Constantino emitió un edicto declarando que los Cristianos no deben “Judaizar” descansando el Shabat, sino que deben descansar en “el día del Señor [Baal]” (es decir, el domingo).

“Los Cristianos no deben “Judaizar” descansando en el día Shabat; sino que deben trabajar en ese día, honrando más bien el día del Señor (día del sol/domingo) descansando, si es posible, como Cristianos. Sin embargo, si alguno (Nazarenos) se encuentra “Judaizando”, que se le excluya de Cristo”. [Otras traducciones dicen: “Que sean anatemas para Cristo”].
[La Iglesia de la Roma Imperial; Consejo de Laodicea bajo el emperador Constantino; Canon 29, circa 336 d.C.].

Trescientos años después de que Yeshúa predicara y sanase en el séptimo día Shabat, el Shabat fue oficialmente prohibido por la Iglesia Romana.

Siguiendo el mismo patrón general, tiempo después, la fiesta Hebrea de Pésaj también dio paso a la fiesta pagana de Pascua (Easter/Ishtar). Primero, el tiempo de Pésaj cambio del calendario Hebreo de tarde a tarde, al calendario Romano de medianoche a medianoche. La fecha se cambió del 14 de Nissan (Aviv), que podía caer cualquier día de la semana, a un domingo, que cayó cerca del mismo período de tiempo, en general. Entonces el nombre de la fiesta fue cambiado de Pésaj a Pascua, en honor de la diosa madre Babilónica Ishtar.

Se produjo una crisis en el siglo II, cuando los obispos de Asia decidieron mantener Pésaj en el calendario Hebreo, como les habían enseñado los apóstoles Felipe y Yojanán (Juan). Esto se registra en la historia de la Iglesia como la famosa “Controversia Cuartodecimana” del siglo II.

El padre de la Iglesia Eusebio registra que la Controversia Cuartodecimana estalló cuando el Obispo Víctor de Roma comenzó a insistir en que todas las asambleas debían celebrar Pésaj un domingo (en el calendario Romano), en lugar del 14 de Nissan (del calendario Hebreo).

Una cuestión de no poca importancia surgió en ese momento. Para las parroquias de toda Asia, como de una tradición más antigua, sostuvo que el decimocuarto día de la luna, es el día en que se le ordenó a los Judíos sacrificar el cordero, debe ser observado como la fiesta de Pésaj del Salvador … Pero esta no era la costumbre de las iglesias en el resto del mundo … Sino que los obispos de Asia, dirigidos por Polícrates, decidieron aferrarse a la vieja costumbre transmitida a ellos. Él mismo, en una carta que dirigió a Víctor y la Iglesia de Roma, expone en las siguientes palabras la tradición que le había llegado.
(Eusebio, Historia de la Iglesia, Libro V, Capítulos 23, 25, circa 190-195 d.C.).

Eusebio también reproduce la carta que Polícrates, una figura importante en Asia, personalmente le escribió al Obispo Víctor de Roma, protestando por la decisión del Obispo Victor de cambiar la fecha de Pésaj desde el 14 de Nissan (Aviv) a un domingo. Polícrates señala que la tradición de guardar Pésaj, en el calendario Hebreo, había sido dada en Asia por los mismos apóstoles Felipe y Yojanán, y que la tradición había sido mantenida en Asia durante generaciones, por un número de creyentes distinguidos y devotos. Polícrates entonces insistió en que todos los creyentes deben hacer lo que dicen las Escrituras, en lugar de aceptar una tradición hecha por el hombre.

Observamos el día exacto; sin agregar ni quitar. Porque en Asia también se han dormido las grandes luces, que resucitarán en el día de la venida del Señor, cuando él venga con gloria del cielo, a buscar a todos los santos. Entre estos se encuentran Felipe, uno de los doce apóstoles, que se durmió en Hierápolis; y sus dos hijas vírgenes, y la otra hija, que vivió en el Espíritu Santo y ahora descansa en Éfeso; y, además, Juan, que era tanto un testigo como un maestro, que se reclinó sobre el seno del Señor, y, siendo un sacerdote, usó el plato sacerdotal. Se durmió en Éfeso. Y Policarpo en Esmirna, que era obispo y mártir; y Traseas, obispo y mártir de Eumenia, que se durmió en Esmirna. ¿Por qué debo mencionar al obispo y mártir Sagaris que se durmió en Laodicea, o al bendito Papirio, o Melito, el eunuco que vivió por completo en el Espíritu Santo, y que yace en Sardis, esperando el episcopado del cielo, cuando resucité de los muertos? Todos estos observaron el decimocuarto día de Pésaj según el Evangelio, sin desviarse en absoluto, sino que siguiendo la regla de la fe. Y yo también, Polícrates, el menor de ustedes, lo hago de acuerdo con la tradición de mis parientes, a algunos de los cuales he seguido de cerca. Porque siete de mis parientes eran obispos; y yo soy el octavo Y mis parientes siempre observaron el día en que el pueblo sacaba la levadura. Por lo tanto, hermanos, que han vivido sesenta y cinco años en el Señor y se han reunido con los hermanos en todo el mundo, y han examinado cada Sagrada Escritura, no me atemorizan las palabras aterradoras. Para aquellos más grandes que les he dicho “debemos obedecer a Dios en lugar de a los hombres”.
[Eusebio, Historia de la Iglesia, Libro V, Capítulo 24. Traducido por Arthur Cushman McGiffert. Extraído de Nicene y Post-Nicene Fathers, Serie Dos, Volumen 1].

A pesar del hecho de que las asambleas de Asia habían aprendido a guardar Pésaj según el calendario Hebreo, el Obispo Romano Víctor decidió excomulgar a todas las asambleas que no aceptaran llevar a cabo Pésaj el domingo, en el calendario Romano. Si bien esto desagradó en gran medida a muchos de los otros obispos (quienes sabían que lo que Polícrates estaba diciendo que era verdad) el poder del obispado Romano prevaleció sobre la Escritura. Aún con lo triste de la situación, la unidad en la Iglesia se conservó, aunque con pretextos, y con falsos días de fiesta. La práctica de celebrar Pésaj el 14 de Nissan (en el calendario Hebreo) fue finalmente llevada a la clandestinidad. Hoy en día, innumerables estudiantes en los seminarios teológicos han sido enseñados desde entonces que la Controversia Cuartodecimana fue simplemente un ejemplo del derecho que la Iglesia tenía para cambiar los días festivos, de aquellos ordenados en las Escrituras.

Como explicamos en Israel Nazareno, el poder comenzó a centralizarse en el Obispado de Roma inmediatamente después de la destrucción de Jerusalem y la muerte de los apóstoles. El obispado Romano comenzó a decretar que los símbolos paganos y los días festivos paganos podían ser “santificados”, aun cuando esto era una violación directa de la Torá, que nos dice que evitemos todas las imágenes religiosas no ordenadas, y es muy claro que no debemos adorar a Yahweh a la manera de las otras naciones del mundo.

Devarim (Deuteronomio) 12: 1-4
1 “Estos son los estatutos y decretos que cuidarán de observar en la tierra que Yahweh, el Elohim de tus padres, te da para poseer, todos los días que vivan en la tierra.
2 Destruirás por completo todos los lugares donde las naciones que desposeerás sirven a sus dioses, en los altos montes, en las colinas y debajo de todo árbol frondoso.
3 Y destruirán sus altares, romperán sus columnas sagradas y quemarán sus imágenes de Asera con fuego; cortarán las imágenes talladas de sus dioses y borrarán sus nombres de ese lugar.
4 No adorarás a Yahweh tu Elohim de esa manera”.

A pesar de la severa advertencia de Yahweh sobre la idolatría, el calendario continuó a caminando hacia la adopción de días festivos paganos. Aunque la redacción exacta no se conservó, durante el Concilio de Nicea (circa 326 d.C.), la Iglesia Romana decidió que la Pascua (Easter) se celebrara en todo el mundo el domingo siguiente al día 14 de la “luna pascual”. Sin embargo, la luna se consideraría “pascual” solo si el día 14 de la luna caía después del equinoccio de primavera, a pesar del hecho de que el equinoccio nunca se menciona en las Escrituras. Este es claramente un ejemplo de cómo las personas eligen adorar a Yahweh en los días de su propia invención.

En el lenguaje de las Escrituras, la prueba de que crees es la obediencia. Yahweh comprueba que creemos en Él cuando hacemos lo que Él nos ordena. Sin embargo, si decidimos mantener días de adoración que se determinan por la observación del sol, la luna, las estrellas y el ejército de los cielos, entonces Yahweh considera que estamos adorando (o “sirviendo”) al sol, la luna, las estrellas y el ejército de los cielos. Yahweh nos advierte severamente contra esta práctica, y nos dice que esta es la práctica que Él ha dado a todas las otras naciones del mundo.

Devarim (Deuteronomio) 4:19
19 “Y ten cuidado, no sea que levantes tus ojos al cielo, y cuando veas el sol, la luna y las estrellas, todo el ejército del cielo, te sientas impulsado a adorarlos y servirlos, cosas que Yahweh tu Elohim ha dado a todos los pueblos debajo del cielo”.

Es natural que los hombres quieran observar los movimientos del sol, la luna y las estrellas. Ya que el sol trae calor y ayuda a que nuestros cultivos crezcan, la luna y las estrellas brillan hermoseando la noche y ayudan a guiar los movimientos de los barcos. Es casi natural adorar y servir a los movimientos de estos cuerpos celestiales durante las festividades en honor de ellos. Estas fiestas se encuentran en diversas culturas alrededor de todo el mundo (es decir, “todas las personas debajo del cielo”). Sin embargo, debido a que Yahweh no nos ordenó guardar estos días festivos, Él los considera como idolatría, y si insistimos en observar estos días de fiesta, a pesar de que Él nos dijo que no lo hiciéramos, Él nos considera como idólatras.

Necesitamos recordar que Yahweh está en los cielos mientras nosotros estamos aquí, en la tierra. Por esto Yahweh tiene una perspectiva de las cosas distinta a la nuestra. A veces puede ser muy difícil para nosotros entender, o aceptar, la Torá, pero ella es clara en cuanto a que Yahweh no nos permite establecer nuestros propios días festivos; y que, si intentamos hacerlo, habrá consecuencias extremas.

En Éxodo 32, leemos acerca del lamentable episodio con el Becerro de Oro.

Shemot (Éxodo) 32:4-5
4 Y recibió el oro de sus manos, y le dio forma con buril e hizo un becerro de fundición. Entonces dijeron: “¡Este es tu dios, oh Israel, que te sacó de la tierra de Egipto!”
5 Y cuando Aharón lo vio, edificó un altar delante de él. Y Aharon hizo una proclamación y dijo: “Mañana será fiesta para Yahweh”.

Ten en cuenta que, aunque Aharon declaró que la Fiesta era en honor a Yahweh, Yahweh no se sintió honrado por ello. Más bien, se enfureció, porque Su pueblo guardaría un día de fiesta que Él no les ordenó.

¿Por qué, entonces, tantos creyentes quieren celebrar Fiestaes que no están ordenadas en las Escrituras? La única razón por la cual la palabra “Pascua (Easter)” aparece en la versión King James es que se tradujo erróneamente de la palabra Griega “Pásja” (πασχα), que significa Pésaj. Este error ha sido corregido en casi todas las traducciones principales de la versión King James [no así en la Reina Valera, por la similitud de la palabra], pero la práctica de observar la Pascua (Easter) permanece fuerte dentro de la Cristiandad.

Cuando traducimos Hechos 12: 4 correctamente, vemos que la gente aún guardaba Pésaj en el primer siglo.

Hechos 12:4
4 Así que, cuando lo arrestó, lo metió en la cárcel y lo entregó a cuatro escuadrones de soldados para que lo guardaran, con la intención de sacarlo al pueblo después de Pésaj.
 TRG Hechos 12:4
ὃν καὶ πιάσας ἔθετο εἰς φυλακήν, παραδοὺς τέσσαρσι τετραδίοις στρατιωτῶν φυλάσσειν αὐτόν, βουλόμενος μετὰ τὸ πάσχα (Pásja) ἀναγαγεῖν αὐτὸν τῷ λαῷ.

Sabemos que los Nazarenos mantenían las observancias “Judías” hasta el siglo IV d.C. Sin embargo, la mayoría de la Iglesia Cristiana, no comenzaron a observar Pascua (Easter) hasta el año 190 – 195 d.C, cuando Pésaj fue llevada a la clandestinidad en los días de Polícrates y del Obispo Romano, Víctor (del que hablamos anteriormente).

Además, notemos que el Apóstol Shaul no nos dice que guardemos la Pascua (Easter), sino que celebramos la Fiesta de los Panes sin Levadura (que es la continuación de Pésaj).

Qorintim Alef (1 Corintios) 5:8
8 Guardemos, pues, la fiesta, no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y perversidad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad.

Como un segundo testigo para esto, Hechos 20:6 nos muestra que los discípulos todavía estaban guardando los días del Panes sin Levadura muchos años después de la resurrección de Yeshúa.

Ma’asei (Hechos) 20:6
6 Pero después de los días de los Panes sin levadura, navegamos desde Filipos …

También sabemos que el Apóstol Shaul continuó observando la Fiesta Israelita de Pentecostés según el calendario Hebreo.

Qorintim Alef (1ra. Corintios) 16:8
8 Pero permaneceré en Éfeso hasta Pentecostés…

Sabemos que Shaul mantuvo Pentecostés según el calendario Hebreo (en lugar del Romano-Cristiano) porque subió a Jerusalem (y no a Roma).

Ma’asei (Hechos) 20:16
16 Porque Shaul había decidido pasar de largo a Éfeso, para no tener que pasar tiempo en Asia; porque se apresuraba para estar en Jerusalem, si fuera posible, el día de Pentecostés.

En Hechos 27:9, los discípulos guardaron el Día de la Expiación (Yom Kipur), a pesar de que ya habían pasado muchos años después de la resurrección de Yeshúa. El Día de la Expiación aquí se llama “el Ayuno”, ya que tradicionalmente se observa mediante el ayuno.

Ma’asei (Hechos) 27:9-10
9 Y había pasado mucho tiempo, y navegar ahora ya era peligroso, porque el ayuno ya había pasado, entonces Shaul les aconsejó,
10 diciendo: “Hombres, creo que este viaje terminará con desastres y muchas pérdidas, no solo de la carga y el barco, sino también de nuestras vidas”.

La razón por la cual el viaje era “ahora peligroso” fue que el Día de la Expiación se celebra en el séptimo mes, en el momento en que el clima cambia del verano al invierno. Los viajes en barco por el Mediterráneo en invierno pueden ser tormentosos, y, por lo tanto, peligrosos. Sin embargo, el punto aquí es que los apóstoles seguían manteniendo los días de las fiestas tal cual se mandan en la Torá, y no los días festivos Romanos convertidos.

Yahweh bendice a los que guardan Sus fiestas.

Ma’asei (Hechos) 2:1-2
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.
2 Y repentinamente vino del cielo un estruendo, como el de un viento violento, y llenó toda la casa donde estaban sentados.

Aún hay bendiciones asociadas por mantener Sus días de fiesta que están por venir (en el futuro). En Colosenses 2:16-17, el apóstol Shaul nos dice que el Shabat, las fiestas y los días de la Luna Nueva son sombras de las cosas “por venir”. Eso significa que, así como Yahweh derramó bendiciones sobre aquellos que guardaban Sus días festivos en el pasado, de la misma manera Yahweh derramará aún más bendiciones sobre aquellos que aún conserven Sus días festivos en el futuro. Sin embargo, sobre este pasaje, el verdadero significado de las Escrituras se pierde en la mayoría de las versiones principales, incluida la versión King James.

Observa cómo la versión King James proporciona dos palabras en cursiva (días y es), que no existen en Griego y cómo estas dos palabras invierten el verdadero significado del pasaje [La versión Reina-Valera también agrega estas mismas dos palabras, así como la mayoría de las versiones en español, aún que no advierten que fueron agregadas con cursivas].

Colosenses 2:16-17, KJV
16 Por tanto, nadie os juzgue en comida, ni en bebida, ni con respecto a días de fiesta, o lunas nuevas, o días de Shabat:
17 lo cual es sombra de lo que vendrá; pero el cuerpo es de Cristo
TRG Colosenses 2:16-17
16 Μὴ οὖν τις ὑμᾶς κρινέτω ἐν βρώσει ἢ ἐν πόσει ἢ ἐν μέρει ἑορτῆς ἢ νεομηνίας ἢ σαββάτων,
17 ἅ ἐστι σκιὰ τῶν μελλόντων, τὸ δὲ σῶμα τοῦ Χριστοῦ

Porque agrega las palabras en cursiva (días) y (es), la versión King James lleva al lector a la conclusión de que no debemos permitir que nadie nos diga qué comer, qué beber o qué días de adoración guardar. Si aceptamos estas palabras añadidas a su valor nominal, podemos concluir fácilmente que no hace ninguna diferencia, en absoluto, si guardamos el Shabat y los días de fiesta, o si adoramos el domingo, Navidad, el Año Nuevo Chino, el Ramadán, o incluso si no guardamos ningún día festivo. Otras traducciones de las Escrituras, tanto en idioma inglés como en español, hacen alteraciones similares al texto, y estas alteraciones generalmente ayudan a promover la idea de que Yeshúa efectivamente vino a abolir la Torá y a los Profetas, contrario a su propia declaración en Mateo 5:17-19.

La Escritura, sin embargo, es muy clara al decir que no debemos agregar nada, ni quitar nada a Sus palabras (por ejemplo, Deuteronomio 4:2, Proverbios 30:6, etcétera). Por lo tanto, una vez que nos damos cuenta de que las palabras provistas “días” y “es” no aparecen en los textos originales, debemos sacarlas de las traducciones en los distintos idiomas.

Aquí está el mismo pasaje exacto de King James, pero con las palabras añadidas “días” y “es” removidas:

Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o con respecto a días de fiesta, o de lunas nuevas, o de Shabat; lo cual es sombra de lo que vendrá; pero el Cuerpo del Mesías.

Si leemos este pasaje detenidamente, podemos ver que hay tres ideas principales aquí (1-2-3):

1. Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o con respecto a días de fiesta, o de lunas nuevas, o de Shabat;
2. que son una sombra (profética) de las cosas (aún) por venir;
3. pero el Cuerpo del [Mesías].

Parafraseando, lo que nos está diciendo el apóstol Shaul quedaría:

1. Que nadie te juzgue con respecto a la comida que comes, o a lo que bebes, o qué días festivos religiosos guardas;
2. Porque estas comidas, líquidos y días festivos son todas sombras proféticas de cosas por venir;
3. Por lo tanto, permite que solo el Cuerpo del Mesías te diga qué comer, qué beber y qué días de fiesta celebrar.

Si reorganizamos los puntos, para que en español se lea mejor (3-1-2), podemos ver que lo que el Apóstol Shaul estaba realmente diciendo era que no deberíamos dejar que nadie, excepto el Cuerpo del Mesías, nos juzgue en cuanto a lo que comemos, a lo qué bebemos, y qué días de fiesta guardamos, porque todas estas cosas son sombras de bendiciones proféticas que aún están por venir.

[Colosenses 2:16-17, reordenado]
Que ningún hombre (sino el Cuerpo del Mesías) te juzgue en comida, o en bebida, o con respecto a días de fiesta, o de lunas nuevas, o de Shabat; porque las fiestas son sombras de las cosas (aún) por venir.

El verdadero significado de lo que dijo Shaul tampoco se refleja en la NVI.

[Colosenses 2:16-17, NVI].
16 Así que nadie los juzgue a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de reposo.
17 Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo.

La Versión King James, la Reina-Valera, la NVI y la mayoría de las versiones Cristianas dominantes apoyan esencialmente la vieja hipótesis gnóstica que dice que: mientras uno sepa que Yeshúa es el Mesías, no importa qué días de adoración se guarden, porque las fiestas son simplemente sombras de las cosas que “están” por venir. Sin embargo, esto está lejos del verdadero significado de las palabras de Shaul.

La idea de que los alimentos que comemos y los días festivos que guardamos son importantes sombras proféticas de cosas que serán, no se originaron del Apóstol Shaul. Los Judíos han sostenido durante mucho tiempo que los principales eventos proféticos generalmente caen en los días de fiesta en Israel.

Cuando Yahweh derramó el don del Espíritu en Pentecostés, los fieles tenían la necesidad de estar en el Templo de Jerusalem para recibir este don. Si la resurrección de Yeshúa realmente marcó el final de la Torá y los Profetas, como algunos grupos afirman, entonces, ¿por qué los fieles aún tenían la necesidad de estar en el Templo en Pentecostés? ¿Por qué el Espíritu no fue derramado en algún otro lugar, o en algún otro momento, como en Navidad o en Roma?

Algunos teólogos nos dicen que, a pesar de que los Apóstoles continuaron manteniendo las fiestas de Yahweh, la razón por la cual ahora guardamos el domingo, Navidad y Pascua (Easter) es que la resurrección de Yeshúa marcó el comienzo de un período de cambio de trescientos a cuatrocientos años, en el cual la Iglesia estaría autorizada a realizar todo tipo de cambios radicales en la fe. Sin embargo, esta tesis es muy curiosa, considerando que estos supuestos cambios nunca fueron profetizados en ninguna parte de la Escritura, y también considerando cuántas veces Yahweh advirtió severamente a aquellos que le temían que no celebraran ningún otro día festivo.

La Torá es una codificación del Espíritu de Yahweh, dado como una lista de instrucciones (qué hacer y qué no hacer). Al menos, según la tradición Judía, estas instrucciones se dieron primero a Israel en el Monte Sinaí en Pentecostés, cincuenta días después del primer Pésaj. Luego, miles de años después, el mismo Espíritu fue derramado sobre los fieles en Pentecostés. La diferencia fue que esta vez, en lugar de simplemente dar una codificación del Espíritu, Yahweh dio de regalo “Su mismo Espíritu”. Por lo tanto, en realidad, ya ha habido al menos dos cumplimientos de la Fiesta de Pentecostés, y Shaul nos dice en Colosenses 2:16-17 que hay más en camino.

Siempre veremos patrones en las Escrituras, uno de ellos son los múltiples cumplimientos de las fiestas de Yahweh. Los Hijos de Israel ya cumplieron la Fiesta de Sucot (tabernáculos) cuando moraron en tabernáculos (o cabañas) en el desierto de Sinaí. El segundo cumplimiento vino cuando nació Yeshúa.

A la mayoría de los Cristianos se les ha enseñado que Yeshúa nació el 25 de diciembre. Sin embargo, Yeshúa no pudo haber nacido en invierno, porque en Lucas 2:8 vemos que había pastores vigilando sus rebaños en ese momento de noche en el campo.

Luqa (Lucas) 2:7-8
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
8 En la misma región había pastores viviendo en los campos, vigilando sus rebaños de noche.

En Israel, los rebaños no suelen dejarse pastar en invierno. Por lo tanto, este evento tuvo que ocurrir algún momento antes de que comenzara el invierno, y los rebaños fueran encerrados. Esto efectivamente descarta el mes de Diciembre.

Como mostraremos en el capítulo sobre Jánuca, Yeshúa fue concebido en pleno invierno (probablemente durante la época de Jánuca), y nació unos nueve meses después, en el séptimo mes, alrededor del tiempo de la Fiesta de los Tabernáculos. Desde un punto de vista profético, tiene perfecto sentido que Yeshúa naciera el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos, porque así Él estaría cumpliendo el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos. ¿Podría ser esta la razón por la cual Yojanán (Juan) nos dice que la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros?

Yojanán (Juan) 1:14
14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros…

La palabra “habitó” es la palabra Griega skenoo, Strong G4637, que significa “tabernaculizar”.

G4637 skenoo; de G4636; acampar, i.e. (figurativamente) ocupar (como una mansión) o (específicamente) residir (como Dios lo hizo en el tabernáculo de la antigüedad, símbolo de protección y comunión): extender su tabernáculo, habitar, morar.

Entonces, la esencia de lo que Yojanán (Juan) estaba diciendo era:

Yojanán (Juan) 1:14
14 Y el Verbo se hizo carne y tabernaculizó entre nosotros…

En Levítico 23, Yahweh ordena que todos los Israelitas nativos, que viven en la Tierra de Israel, deben hacer una peregrinación a Jerusalem tres veces al año. Una de estas tres peregrinaciones anuales es la fiesta de Tabernáculos. Durante esta fiesta, todo Israel debe morar en tabernáculos (moradas temporales) durante siete días. En Hebreo, estas viviendas temporales se llaman Sucot. En español, a menudo se llaman “cabañas”.

Vayiqra (Levítico) 23:42
42 Habitarás en cabañas por siete días. Todos los que son Israelitas nativos habitarán en cabañas …

El juicio rabínico en el primer siglo probablemente fue idéntico al juicio rabínico actual; que, por razones de seguridad y salud, cualquier persona que esté enferma, sea de mayor edad o esté embarazada no tiene que habitar necesariamente en un tabernáculo, sino que puede alquilar una habitación en una posada. Sin embargo, a pesar de que Miriam (María) estaba embarazada, no había lugar en la posada. Por lo tanto, Yosef (José) y Miriam tuvieron que morar en un tabernáculo (o una enramada, o un “pesebre”), de acuerdo con Levítico 23. Si bien esto podría haber parecido un poco rudo para Yosef y Miriam, todo esto sucedió para que Yeshúa naciera en una morada temporal (un tabernáculo) el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos, en el cumplimiento profético de la fiesta.

Pero, aunque el nacimiento de Yeshúa fue el segundo cumplimiento de la Fiesta de Sucot (Tabernáculos), Zacarías 14 nos dice que todavía habrá un tercer cumplimiento.

Zajariah (Zacarías) 14:16-17
16 Y acontecerá que todos los que queden de todas las naciones que vinieron contra Jerusalem, subirán de año en año para adorar al Rey, Yahweh de los ejércitos, a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
17 Y sucederá que cualquiera de las familias de la tierra que no vaya a Jerusalem a adorar al Rey, Yahweh de los ejércitos, no habrá lluvia sobre ellos.

Incluso hay un cuarto cumplimiento profetizado en el Libro de Apocalipsis:

Hitgalut (Apocalipsis) 21:3-4
3 Y oí una gran voz del trono que decía: “He aquí el tabernáculo de Elohim está entre los hombres, y Él morará entre ellos, y ellos serán Su pueblo, y Él mismo Elohim estará con ellos,
4 y Él limpiará toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte; ya no habrá más duelo, ni llanto, ni dolor; porque las primeras cosas han pasado”.

Esto nos muestra por qué el apóstol Shaul nos advirtió que no permitamos que nadie, excepto el Cuerpo del Mesías, nos diga qué días de adoración debemos cumplir. Es porque son imágenes de sombras proféticas de bendiciones maravillosas por venir (y si no estamos guardando Su calendario, estas cosas vendrán como ladrón en la noche y no nos enteraremos de ellas).

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