Chapter 8:

Los Dos Testigos

Antes de leer sobre el tercer ¡ay! (séptima trompeta) y las copas del juicio que se introducen, nos encontraremos con los dos testigos de Yahweh. Ellos ministran durante los tres ¡ayes! (quinta, sexta y séptima trompeta). Esto también se llama el tiempo de la Angustia de Yaakov (Jacob).

Anteriormente vimos que los Iluminatis están trabajando para diseñar una guerra nuclear en el Medio Oriente en el sexto sello, que tiene el propósito de generar un amplio apoyo público al nuevo gobierno mundial. Esto conducirá a que el Papa establezca un templo en el Monte del Templo, en el que Cristianos, Judíos y Musulmanes adorarán juntos. Durante ese tiempo también podemos esperar que el patio exterior del nuevo templo esté abierto a todas las religiones del mundo gentil durante 42 meses (3 1/2 años). Durante estos 42 meses, los dos testigos tendrán la autoridad para retener la lluvia y para herir a quienes ellos quieran con plagas. Al final de ese tiempo, la bestia (Satanás) los matará; sin embargo, después de 3 y 1/2 días literales, los dos testigos resucitarán y serán llamados al cielo. Leamos el pasaje antes de estudiarlo.

Hitgalut (Apocalipsis) 11:1-14
1 Luego me dieron una caña semejante a una vara de medir. Y el mensajero (ángel) se puso de pie y me dijo: “Levántate y mide el templo de Elohim, el altar y a los que allí adoran”.
2 Pero deja aparte el patio que está fuera del templo, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles. Y hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses [3 1/2 años].
3 Y daré poder a mis dos testigos, y profetizarán mil doscientos sesenta días [42 meses o tres años y medio], vestidos de cilicio”.
4 Estos son los dos olivos y los dos candeleros que están delante del Elohim de la tierra.
5 Y si alguno quiere dañarlos, fuego sale de sus bocas y devora a sus enemigos. Y si alguien quiere dañarlos, debe ser muerto de la misma manera.
6 Estos tienen poder para cerrar el cielo, para que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con todo tipo de plagas, cuantas veces lo deseen.
7 Cuando terminen su testimonio, la bestia [Satanás] que asciende del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.
8 Y sus cadáveres yacerán en la calle de la gran ciudad, que espiritualmente se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Adón fue crucificado [es decir, Jerusalem].
9 Entonces los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres durante tres días y medio, y no permitirán que sus cadáveres sean enterrados.
10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos, se alegrarán y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas han atormentado a los que moran sobre la tierra.
11 Después de los tres días y medio, el aliento de vida de Elohim entró en ellos, y ellos se pararon sobre sus pies, y gran temor cayó sobre aquellos que los vieron.
12 Y oyeron una gran voz del cielo que les decía: “Subid acá”. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.
13 En la misma hora hubo un gran terremoto, y una décima parte de la ciudad cayó en el terremoto y siete mil personas murieron, y el resto tuvo miedo y le dio gloria al Elohim del cielo.
14 El segundo ¡ay! pasó. He aquí, el tercer ay viene pronto.

La gente a menudo se pregunta si los dos testigos mencionados aquí son las dos casas, Judá y Efraim. Es fácil pensar esto, ya que Yahweh llama a Judá y Efraim “Mis testigos” en Isaías 43.

Yeshayahu (Isaías) 43:10
10 “Ustedes son Mis testigos”, dice Yahweh, “Y Mi siervo a quien Yo escogí. Para que me conozcan y crean, y entiendan que Yo soy Él. Antes de Mí no se formó Elohim, ni lo habrá después de Mí”.

Si bien las dos casas definitivamente son testigos, no pueden ser los dos testigos de Apocalipsis 11, porque estos dos testigos mueren y son llevados al cielo. Si las dos casas mueren y suben al cielo, ese sería el final de la Escritura (porque todos estaríamos en el cielo). No habría más historia para contar. Esto no puede ser el caso, porque otros pasajes nos dicen que las dos casas estarán aquí durante las copas, el Armagedón, la cosecha y el milenio. Por defecto, estos dos testigos deben ser dos personas.

En Daniel, aprendemos que desde la salida del mandato para restaurar y reconstruir Jerusalem, habrían 7 semanas, más 62 semanas hasta el Príncipe Mesías.

Daniel 9:25
25 “Por lo tanto, comprende y entiende, que desde el comienzo del mandato para restaurar y edificar Jerusalem hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas; La plaza se volverá a construir, y el muro, incluso en tiempos de angustia”.

Es decir, habrían 69 “semanas” de años. La palabra Hebrea aquí es shevua, que se refiere simplemente a un conjunto de siete.

H7620 shabúa; también (femenino) שְׁבֻעָה shebuá; propiamente participio pasado de H7650 como denominativo de H7651; literalmente hecho de siete, como una semana (especialmente de años): semana, siete.

El rey Artajerjes dio este comando en el año 457 a.C, a partir de esa fecha, habrían 69 x 7, o sea 483 años hasta el Mesías Príncipe, que comenzó Su ministerio alrededor del año 26 d.C. El versículo 26 nos dice que Yeshúa sería cortado, pero no por sí Mismo (es decir, no por Sus propios pecados).

La narración habla, hasta este punto, claramente de Yeshúa. Sin embargo, algunos creen que el versículo 26 habla del anti-mesías (el Papado).

Daniel 9:26
26 Y después de las sesenta y dos semanas, el Mesías será cortado, pero no por sí Mismo, y el pueblo del príncipe que ha de venir [el general Romano Tito] destruirá la ciudad y el santuario. El final será con una inundación [evento futuro], Y las desolaciones están determinadas hasta el final de la guerra”.

El general Romano Tito destruyó la ciudad y el santuario, pero no hubo inundaciones en el primer siglo (ya sean literales o espirituales). Por lo tanto, esto aún debe ser un evento futuro.

El versículo 27 también puede hablar de la venida anti-mesías.

Daniel 9:27
27 “Entonces él [anti-mesías] confirmará un pacto con muchos por una semana [siete]; Pero a la mitad de la semana [siete] él [anti-mesías] hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Y sobre el ala de las abominaciones vedrá el desolador [¿Mahdi Islámico?], hasta que venga la consumación [fiesta de bodas/Armagedón] determinada, que se derramará sobre el desolador”.

Algunas personas creen que el versículo 27 se refiere a Yeshúa, pero Yeshúa confirmó un pacto por todos los tiempos (y no solo por una semana). Por lo tanto, el versículo 27 también parece referirse al anti-mesías, quien confirmará un pacto con muchos por un “siete” (es decir, un período de siete años). Esto puede ir acompañado de sacrificios y ofrendas; sin embargo, a la mitad de los siete (es decir, en la marca de 3 años y medio), el anti-mesías pondrá fin a estos sacrificios y ofrendas. Los dos testigos también comenzarán su ministerio en este momento (durante 3 1/2 años), lo que nos llevará al final de los 7 años de tribulación.

El versículo 27 también se refiere a “el desolador”. Esto puede ser una referencia al Mahdi Islámico (el llamado mesías Islámico), que tiene una estrecha relación de trabajo con el Papa.

La consumación se refiere a la fiesta de bodas, que mostraremos en capítulos futuros, que se refiere al Armagedón. Cuando la copa de la boda se derrama sobre el desolador (es decir, los que son asesinados).

Apocalipsis nos dice que los dos testigos resucitan de entre los muertos después de 3 1/2 días.

Hitgalut (Apocalipsis) 11:11
11 Después de los tres días y medio, el aliento de vida de Elohim entró en ellos, y ellos se pararon sobre sus pies, y gran temor cayó sobre aquellos que los vieron.

Este es un literal de 3 1/2 días (y no 3 1/2 años), porque su ministerio ya duró 3 1/2 años. Más tarde también mostraremos que solo hay 75 días entre la séptima trompeta (justo después de que los dos testigos mueren y resuciten) y el Armagedón, una prueba más de un literal de 3 1/2 días.

No se nos dice quiénes son los dos testigos, pero muchos creen que estas dos personas vienen en el espíritu de Eliyahu (Elías) y Moshé (Moisés). Esto no sería nada nuevo, como Yojanán HaMatbil (Juan el Bautista) vino en el espíritu de Eliyahu.

Matityahu (Mateo) 11:14
14 “Y si estás dispuesto a recibirlo, él es Eliahu, el que había de venir”.

Tiene sentido que un Efraimita venga en el espíritu de Eliyahu, ya que Eliyahu era un Efraimita. También tiene sentido que un hermano Judío venga en el espíritu de Moshé, como Moshé era un Levita (de la casa de Judá).

El terremoto mencionado en Apocalipsis 11:13 probablemente simboliza una agitación social.

Hitgalut (Apocalipsis) 11:13
13 En la misma hora hubo un gran terremoto, y una décima parte de la ciudad cayó. En el terremoto, siete mil personas murieron, y el resto estaban espantados y le dieron gloria al Elohim del cielo.

Cuando los dos testigos resuciten, seguramente habrá una agitación social. Algunos le darán gloria a Elohim, pero aparentemente las cosas no cambiarán lo suficiente como para convencer a Yahweh de olvidar el tercer ¡ay! que comienza en la séptima trompeta.

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